Arzobispo Ezzati vuelve a negar derechos de las familias homoparentales
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El religioso también se lanzó contra los convivientes heterosexuales, a los cuales llama a normalizarse a través del matrimonio. El Movilh repudió la sesgada visión de familia de la Alta Jerarquía de la Iglesia Católica y la acusó de transformar al matrimonio heterosexual en un fetiche.
El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) acusó ayer al arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, y a la Alta Jerarquía de la Iglesia Católica de “estar obsesionados con negar derechos a los convivientes heterosexuales y a las familias homoparentales, sin importar los canales y medios que usan para transmitir mensaje que dañan la dignidad de personas”.
En su mensaje navideño, celebrado en la Catedral Metropolitana, Ezzati consideró como válida sólo la familia compuesta por “una mamá, un papá, unos hijos, que formen un hogar donde el amor que los hijos necesitan para crecer integralmente sea un amor que este donado por la madre y el padre”.
Añadió que la “Iglesia no deja de acompañar a aquellas personas que en la vida han optado por otra forma de constituir familia y no deja de acompañarlos para que ojalá puedan descubrir la belleza de vivir la vida matrimonial en el amor y en la fecundidad de los hijos».
“Aquí vemos una claro pronunciamiento de la Iglesia a favor del matrimonio heterosexual, pero que de paso niega y rechaza otras realidades heterosexuales y las llama a “normalizarse”, a través de la legalidad de su unión. En paralelo, las parejas del mismo sexo, ni siquiera son llamadas a algo, son totalmente excluidas de la concepción de familia. Ezzati llega entonces al extremo de usar a la Navidad para transmitir mensajes excluyentes y discriminadores”, indicó el Movilh.
El organismo añadió que “cuando la Iglesia, en su legítima valoración del matrimonio heterosexual, termina considerando como contrarios o enemigos de ese tipo de vínculos a los convivientes heterosexuales o a parejas homosexuales, estamos en presencia de divisiones arbitrarias y odiosas. La lógica de que estar a favor de algo, significa estar en contra de otras realidades, en uno de los síntomas más claros de odio y de desprecio a la diferencia”.
Para el Movilh todo esto implica que la alta jerarquía de la Iglesia Católica y Ezzati han “transformado al matrimonio heterosexual en un fetiche, pues idealiza lo forma extremista y totalitaria, considerándolo como un objeto de culto, que valga recordar la paradoja, los sacerdotes y monjas no pueden practicar y, por tanto, poco y nada lo conocen a través de la experiencia”.
“Vemos entonces nuevamente como el desconocimiento y la falta de experiencia que lleva a la Iglesia a idealizar realidades y a ponerlas en pugnas con otras. Pareciera ser que se promueve una cruzada de las “familias buenas” contra las “familias malas” o “las no familias”. Esta situación, merece nuestro máximo repudio”, puntualizó el Movilh.
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