Homofobia: impiden a pareja lésbica usar habitación matrimonial en residencial de Calama
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Junto con anunciar que avalúa acciones legales contra la residencial Prat, el Movilh lamentó “este hecho que daña la dignidad de personas y afecta el turismo en Calama”.
Una joven pareja lésbica denunció ante el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) que fue discriminada en la Residencial Prat de Calama, donde les negaron toda posibilidad de arrendar una habitación matrimonial sólo por ser dos mujeres.
La pareja, Dyan Álvarez (30) y Paula Casas (26), denunció que los hechos ocurrieron el pasado 11 de marzo.
Precisaron que al acercarse a la residencial, en un primer momento un hombre comenzó a buscar una habitación para ellas. Sin embargo, a los pocos minutos la administradora, que se identificó como Nelly, les negó el acceso por ser dos mujeres, argumentando que sólo arrendaba habitaciones para parejas heterosexuales casadas.
“Jamás en mis 26 años me había sentido discriminada, Estoy tan atónita”, dijo Paula al Movilh.
Junto con solidarizar con las afectadas y lamentar lo sucedido, el Movilh replicó que “ningún motel, hotel o residencial puede negar a una pareja del mismo sexo arrendar habitaciones matrimoniales, pues ello infringe la Ley Zamudio. Sin ir más lejos, la primera condena por Ley Zamudio fue contra un motel que incurrió en este tipo de prácticas. Estando a pasos de promulgarse la unión civil, este atropello es doblemente grave”.
Añadió que “la negación de un producto o servicio en base a la orientación sexual o identidad de género de las personas constituye una humillación, una ofensa gratuita que es intolerable y, en ese sentido, estamos evaluando iniciar acciones legales contra la Residencial Prat por este atropello. Este residencial, le guste o no, deberá abrir su habitaciones matrimoniales a parejas del mismo sexo. De ese estamos seguros”
El Movilh valoró, por último “la valentía de Dyan y Paula, pues son muy pocas las parejas que se atreven a denunciar abusos de este tipo, en particular cuando ocurren regiones. Lamentamos, en ese sentido, que Calama se vea envuelta en este tipo de prácticas, pues ello claramente afecta el turismo y una pésima señal para todas quienes quieran visitar la ciudad”.
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