Movilh pide a Iglesia Católica resolver sus contradicciones sobre la igualdad de derechos
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El Movimiento de la Diversidad Sexual solicitó también a la Conferencia Episcopal que respete el Estado Laico. Esto luego de que la Iglesia pidiera al país y a los candidatos presidenciales y al parlamento “no quedar a merced de minorías ocasionales o bulliciosas”, aún cuando “contradictoriamente” llamó a construir “un Chile para todos”.
El Movimiento de Integración Homosexual (Movih) solicitó ayer a la Conferencia Episcopal de Chile resolver de “manera autónoma sus explícitas y profundas contradicciones respecto al principio de igualdad de derechos para todos los seres humanos”.
“Desde el mundo de la diversidad sexual, respetamos las creencias y valores de toda religión, pero siempre y cuando estas no vayan contra el resguardo integral a los derechos humanos, los cuales están por sobre toda doctrina, pues son universales, inalienables, inviolables e inherentes a todos y todas, incluidas por supuesto las minorías, tan criticadas por vuestra religión”, señaló el Movilh en una carta abierta dirigida al presidente de la Conferencia Episcopal, Alejandro Goic.
El llamado tuvo lugar luego de que al terminar el pasado viernes en Punta de Tralca la 98 Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal, esta emitiera un mensaje denominado “Chile, una mesa para todos”, donde hace peticiones a las personas en el marco de las elecciones presidenciales y parlamentarias.
“Ante la proximidad del Bicentenario de la Independencia, es tiempo oportuno para recuperar lo mejor de nuestras tradiciones republicanas: aquellos grandes valores que constituyen nuestra identidad y que no pueden quedar a merced de minorías ocasionales o bulliciosas”, señaló la Iglesia.
A la par la Iglesia añadió que para ello sea posible “la primera e indispensable condición debe ser la de trabajar juntos, sin que nadie quede excluido y donde todos puedan aportar sus talentos creativos y eficientes que permitan superar las desigualdades sociales que aún persisten en nuestro país, a fin de que cada compatriota tenga un sitio reservado en ella”
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Esto es una contradicción, pues la Iglesia pide una mesa para todos, pero al mismo tiempo demanda dejar fuera a las minorías que llama bulliciosas, donde implícitamente está haciendo referencia a lesbianas, gays, bisexuales y transexuales, entre otros sectores sociales”, replicó el Movilh.
En la carta a la Conferencia Episcopal, el Movilh añadió que “llama poderosamente la atención, que “Chile, una mesa para todos” inste a una “convivencia pacífica e intercultural”, sí al mismo tiempo se refiere a las minorías con un lenguaje despectivo”.
“Criticar que se escuche y se considere a las minorías; que tan inhumanamente llaman “ocasionales y bulliciosas”, es un espíritu ajeno a todo régimen democrático. Por el contrario, en la actualidad las opiniones anti-minorías son más bien propias de ideologías antidemocráticas, como el neonazismo”, apuntó el Movilh.
Puntualizó que “los grandes valores que un Estado laico debe defender y promover son el respeto y la consideración de las minorías y mayorías, sin dejarse influenciar por ninguna corriente religiosa, pero respetándolas al mismo tiempo a todas”, algo que el mensaje de la Conferencia Episcopal “pasa por el alto”.
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