VI Informe de DDHH de las Minorías Sexuales Chilenas arrojó aumento de denuncias por discriminación
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El estudio del Movilh fue lanzado en compañía de ex policías civiles y uniformados gays, de una profesora lesbiana y de una sobrina de una persona transexual asesinada, todos víctimas de la homofobia y transfobia. El estudio criticó duramente a dos ministerios y al Senado por desaprovechar los cambios culturales favorables a lo no discriminación.
En un 16 por ciento aumentaron en el 2007 los casos o denuncias por discriminación que afectan a lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTB) de Chile, sumando 57 el total de atropellos de este tipo y donde destacó negativamente un explosivo incremento de las exclusiones laborales, que pasaron de uno a 10, y de los asesinatos, que se duplicaron.
En la misma línea resurgieron en el 2007 voces y acciones homofóbicas de sectores que habían mermado sus niveles de odiosidad en el 2006, como son las Fuerzas Armadas y la Iglesia Católica, mientras que el Ministerio Secretaría General de la Presidencia (Segpres), el Senado y el Ministerio de Educación (Mineduc) experimentaron estancamientos y retrocesos en torno a los derechos de las minorías sexuales en comparación a años anteriores.
Los casos de discriminación, que aumentaron en crudeza y cantidad, se dieron en un contexto paradojal, pues el 2007 fue el año de mayor cantidad de logros históricos conseguidos por las minorías sexuales organizadas, brillando un inédito llamado de atención de la ONU al Estado de Chile por la vulnerabilidad de la población LGTB criolla, además de ampliar el Movimiento su presencia internacional y regional.
Fallos del Poder Judicial, que reconocieron a la unión homosexual como una familia y los derechos de la población transexual, así como avances para las minorías sexuales provenientes de las Naciones Unidas, del Mercado Común del Sur (Mercosur) y de la Organización de Estados Americanos, junto a las más bajos niveles de homofobia y transfobia ciudadana, según lo revelaron todas las encuestas sobre la materia, fueron parte del panorama favorable que una parte del poder político chileno desperdició y desaprovechó.
“Lamentemos profundamente que una parte del poder político no esté tomando nota de la discriminación que padecemos, pese a que la misma presidenta Michelle Bachelet ha señalado que no permitirá la exclusiones por orientación sexual y género”, indicó el presidente del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), Rolando Jiménez
“Los 57 casos que denunciamos afectan a personas de carne y hueso que han sufrido consecuencias desastrosas por la discriminación. Es tiempo, entonces, de que las autoridades pasen del discurso a la práctica. El Movilh ha sido muy propositivo y eso ha significado un gran costo político, pues algunos sectores nos han tachado incluso injustamente de amarillos y gobiernistas. Pero al parecer acá algunas autorirdades escuchan a los afectados sólo con protestas o violencia y no con la propuesta y el diálogo que nos ha caracterizado estos 16 años. Si quieren un movimiento de minorías sexuales radicalizado, si sólo aprueban la ley antidiscriminatoria y el Pacto de Unión Civil de esa manera, entonces claramente deberemos cambiar nuestras estrategias desde este año”, añadió
Los análisis y resultados son parte del VI Informe Anual de los Derechos Humanos de las Minorías Sexuales Chilenas que el Movilh dio a conocer hoy en compañía de víctimas de las discriminación y de familiares de personas que el 2007 perdieron la vida en razón de su orientación sexual o identidad de género.
En esa línea, la profesora lesbiana Sandra Pave, exigió al Ministerio de Educación un pronunciamiento sobre el atropello que padeció al ser apartada de su oficio por la Iglesia Católica. “Acá el Mineduc ha tenido un silencio cómplice de la discriminación y poco le ha importado lo que ha dicho la Presidenta, por quien yo misma voté”, dijo.
En tanto, mientras el ex carabinero Armando Salgado denunció que el Alto Mando ha “falseados datos” para ocultar la expulsión de funcionarios gays, el ex subcomisario de la Policía Civil, César Contreras, comentó que ayer se reunió junto al Movilh con la subsecretaría de Investigaciones, “pero no se expresó voluntad para reincorporarme, pese a que tribunales y la Contraloría están a mi favor”.
Por último, Sujey Carrasco, sobrina de la transexual asesinada Graciela Carrasco, llamó con llantos en los ojos y completamente emocionada “a hacer justicia. Es lo único que puedo decir”
CASOS DE DISCRIMINACION
El estudio, que se ha convertido en el documento más solicitado en Chile para conocer sobre la realidad de las minorías sexuales, precisó que los 57 denuncias o hechos de discriminación basados en la orientación sexual o género se dividieron en: 4 asesinatos, 4 agresiones perpetradas por civiles, 2 atropellos policiales, 10 casos de discriminación laboral, 3 de atropellos en el ámbito educacional, 7 campañas homofóbicas o transfóbicas, 9 exclusiones o intentos de marginación institucional, 7 exclusiones de los espacios públicos o privados, 2 episodios de discriminación comunitaria (familia) y 9 declaraciones.
El total de casos, un 37 por ciento afectó a gays, un 21 por ciento a lesbianas, un 12 por ciento a transexuales y 30 por ciento a las minorías sexuales como conjunto, la mayoría de los cuales (98 por ciento) fueron asistidos y orientados por el Movimiento Chileno de Minorías Sexuales a objeto de revertir o mermar los efectos negativos del acto discriminatorio.
Por primera vez el Informe incluyó además un catastro geográfico de los casos, por comunas y regiones. En el 2007 el 75.4 por ciento de las denuncias o atropellos se registraron en la Región Metropolitana, seguida por Valparaíso (12.3), Los Lagos (5.2), Bío Bío (3.5), Coquimbo (1.8) y Libertador Bernardo O´Higgins (1.8). (Mayores detalles por comuna, en la página 33 del informe)
Las grandes diferencias entre la capital y regiones, se explican porque la primera tiene mayor población y porque en Santiago existe una mejor apertura, lo cual alienta a las victimas a estampar las denuncias respectivas, explicó el estudio.
El Ranking de la Homofobia 2007 fue encabezado a nivel institucional por la Iglesia Católica, seguida por Carabineros y la Corte de Apelaciones de San Miguel. A nivel personal, los primeros lugares lo ocuparon el obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González Errázuriz, y el vicario para la Educación de esa comuna, René Aguilera, además del ex comandante de la Armada, Miguel Ángel Vergara, entre otros.
En el marco de un balance de los últimos seis años, el estudio detalló que entre el 2002 y 2007 se han registrado en Chile 324 casos de discriminación (13 son asesinatos). El 2007 contiene el 16.6 por ciento del total de atropellos ocurridos desde la presentación del Primer Informe Anual de los Derechos Humanos de las Minorías Sexuales, en el 2002.
CASOS EMBLEMÁTICOS: “RENDICIÓN DE CUENTAS” Y “DESPREJUICIO”
Importante fue que en el marco los hechos de discriminación se dieron casos emblemáticos como fueron los de ex policías gays que salieron del clóset y acusaron homofobia en las filas de sus respectivas instituciones, así como la denuncia de una profesora de religión Sandra Pavez, a quien la Iglesia Católica le ha impedido ejercer su oficio.
De acuerdo al Informe, esos casos dieron origen a dos procesos que jamás habían tenido ocurrencia en el pasado. Uno es denominado “rendición de cuentas” y el otro “desprejuicio”.
Históricamente las instituciones con poder responsables de actos discriminatorios no han debido rendirle explicaciones o cuentas a ninguna instancia sobre los hechos, siendo la impunidad total. La situación cambió drásticamente en el 2007 en relación a Carabineros y a la Iglesia Católica, pues la primera institución debió informar ante el país y ante la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados sobre actos homofóbicos, y la segunda se vio en la obligación de someterse a un alegato legal tras la presentación de un recurso de protección” por parte de la profesora lesbiana Sandra Pavez, sostiene el informe.
El “desprejuicio”, añade el estudio, se motivó, por su lado, porque estos casos emblemáticos ampliaron la concepción sobre las ubicaciones espaciales de las minorías sexuales, al igual como lo hizo una organización LGTB (Chile Gay Deportes) al celebrar un encuentro internacional de fútbol en Chile.
En términos históricos la percepción generalizada respecto a los espacios laborales, educativos y recreativos donde se desenvuelven las minorías sexuales ha sido miope, prejuiciada y reducida, por cuanto se tiende a pensar que hay lugares donde simplemente no tienen cabida, ya sea porque no es de interés de las mismas o porque es contradictorio o incompatible con su orientación sexual o identidad de género”, indica el estudio.
A través de los años se ha demostrado que las minorías sexuales están en todas partes, y el 2007 fue particularmente revelador” por los casos de los policías y profesores homosexuales y por la organización de minorías sexuales en el fútbol.
LOGROS: CONFLUENCIA Y DESPERDICIO
Junto con ser el período donde las encuestas ciudadanas arrojaron los mayores niveles de aceptación, el 2007 es también el año cuando el Movimiento de Minorías Sexuales consiguió los mayores logros de su historia, en términos cuantitativos.
En efecto, los hitos favorables para la igualdad de derechos de las minorías sexuales experimentaron un explosivo aumento del 76 por ciento, pasando de 21 a 37 los episodios de este tipo entre el 2006 y el 2007.
Los más destacados fueron: a) los primeros llamados de atención de las Naciones Unidas al Estado chileno por la vulnerabilidad de las minorías sexuales, b) un fallo de la Corte de Apelaciones de la Serena que reconoció a la unión homosexual como familia y otras dos sentencias que posibilitaron a transexuales cambiar su nombre y sexo legal sin necesidad de someterse a una cirugía de reasignación sexual, c) la presentación de la primera querella criminal contra los abusos policiales, d) la presentación del primer recurso de protección contra la homofobia de la Iglesia Católica, e) la primera declaración por casos de homofobia efectuada por los Altos Mandos policiales ante la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, f) el primer alegato legal entre una víctima de la homofobia y la Iglesia Católica, g) el primer reconocimiento de Carabineros respecto a que la expresión de afecto entre personas del mismo sexo en la vía pública no es delito, además de aclararse que no existe incompatibilidad entre ser homosexual y policía, h) un apoyo inédito de la Cancillería a las relaciones internacionales del Movimiento de Minorías Sexuales y la entrega de una propiedad del Estado para el funcionamiento de este sector social, i) La implementación de una nueva política de la Dirección del Trabajo, que permite estampar denuncias por homofobia laboral, y otra del Registro Civil que posibilita los cambios de nombre y sexo sin necesidad de someterse a cirugías de reasignación sexual, j) inéditos acercamientos entre minorías sexuales, judíos y evangélicos, k) la salida del clóset de policías gays y profesoras lesbianas y l) el ingreso al parlamento de un proyecto para derogar una de las normas más homofóbicas y transfóbicas de Chile, el artículo 373 del Código Penal, entre otros.
Pese a este panorama favorable, donde confluyeron avances nacionales e internacionales, el Poder Político local, en especial la Segpres, el Senado y el Ministerio de Educación, poco y nada hicieron para ponerse a altura de los cambios ciudadanos.
Tales sectores “desperdiciaron el contexto social favorable para la los derechos humanos de las minorías sexuales más contundente jamás visto, ya sea porque se enfrascaron en sus rencillas o crisis internas o porque, simplemente, cedieron frente a la presión de reducidos grupos por un temor infundado de impopularidad o porque efectivamente están de acuerdo con ellos”, señala el estudio.
nsistió en que ello se tradujo en el nulo avance del Proyecto de Ley contra la Discriminación y del Pacto de Unión Civil, así como de un silencio total del Mineduc en torno a atropellos padecidos por profesores homosexuales, situación que no se había registrado con el gobierno pasado.
En el marco del crecimiento de minorías sexuales, destacó el proceso de mayor internacionalización del movimiento criollo, pues sus diversas organizaciones visitaron 11 ciudades de ocho países, establecimiento contactos con autoridades extranjeras y grupos pares, además de afianzarse la realización de actividades públicas en regiones distintas a la Metropolitana.
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