Más de 150 mil personas exigieron Asamblea Constituyente en la Marcha de Todas las Marchas
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Se trató de la primera manifestación coordinada por Movilh donde participaron unidas y en solidaridad todas las causas sociales, representadas por más de 40 movimientos. La Marcha, que contribuyó a acelerar el avance de variadas demandas sociales, se replicó en regiones y fuera del país.
Los líderes de más de 40 organizaciones encabezaron ayer la Marcha de Todas las Marchas portando un gran lienzo donde se indicaba que “somos la sociedad civil organizada y exigimos nueva Constitución vía asamblea constituyente”, la demanda transversal de la mega-movilización que reunió a más de 180 mil personas.
La columna, coordinada por el Movilh, partió a eso de las 14:30 horas desde Plaza Italia, avanzó por la Alameda, dobló en Mac-Iver y terminó con un acto cultural y político en el Parque Forestal, siendo el trayecto absolutamente pacífico, una muestra ejemplar de ejercicio democrático.
“La marcha fue festiva, con ánimo familiar, no hubo destrozos ni incidente con la ciudadanía”, señaló el intendente de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, al hacer un balance de una actividad, donde brilló la riqueza de la diversidad social y de sus demandas y propuestas, por primera vez unidas en una movilización.
Los derechos laborales, educacionales y de salud, la autodeterminación de los pueblos autóctonos, una nueva política de drogas, medioambiente libre de contaminación, el fin al abuso infantil, el término de la explotación animal, el aborto terapéutico, la erradicación de la xenofobia, el voto de los chilenos en el extranjero, derechos para barras deportivas, mejores pensiones para los jubilados, un verdadero Estado laico, la promoción del arte chileno y el matrimonio igualitario, fueron parte de las demandas específicas de cada una de las organizaciones que al alzar sus propias banderas vistió de colorido y diversidad a las calles de Santiago.
La marcha: que marcó gran parte de la agenda política y social de marzo y dio paso a los más variados análisis y columnas de opinión; se perfiló como un ejercicio de auto-representación de los movimientos autónomos de los partidos y como una hermosa muestra de unidad y solidaridad entre las organizaciones, lo que refleja un nuevo trato entre la ciudadanía y entre ésta y las autoridades.
A la manifestación asistió sólo un parlamentario, Giorgio Jackson (Revolución Democrática), con lo que dio una señal de adherencia y respeto a las demandas y autonomía de la movilización.
En el acto de cierre de la marcha, animado por las actrices Mariana Loyola y Ana María Gazmuri, expusieron los organizadores de la manifestación, lo que ocurrió en forma normal hasta que el descontrolado despliegue policial contra un reducido grupo de encapuchados obligó a suspender la parte final de la actividad.
En efecto, finalizada la marcha algunos encapuchados provocaron disturbios y desórdenes menores en zonas lejanas al acto de cierre, pero la policía fue incapaz de reducirlos y de focalizar su acciones. Por el contrario, optó por reprimir a las masas con carros lanza aguas que se acercaron en forma desmedida e innecesaria al escenario.
En tanto, en Valparaíso y Arica otra veintena de organizaciones sociales se manifestaron, al igual como ocurrió en París con los chilenos residentes en Francia, quienes se unieron por la Marcha de Todas las Marchas.
Efectos de la Marcha
Uno de los efectos más positivos de la Marcha, fue la voz pública que alcanzaron variados grupos sociales surgidos en los últimos cuatro años, cuyas temáticas habían sido poco consideradas por las autoridades o los medios. Reportajes especiales sobre “los nuevos grupos y demandas”, fueron continuos, así como los análisis sociales que sobre dichas realidades efectuaron diversos sectores sociales, entre autoridades y políticos.
A la par, y en medio de la discusión sobre la Marcha, el Ejecutivo dio importantes y positivas señales en torno a las demandas de los convocantes. Así, por ejemplo, se sacó a la Ley Monsanto del Parlamento, se anunció que se retiraría a la marihuana de la lista de drogas duras, las autoridades reiteraron compromisos con reformas laborales, educacionales y con el matrimonio igualitario y se dio urgencia al AVP, entre otros.
Por otro lado, una buena parte de sociólogos, académicos, analistas políticos y opinólogos comprendieron y valoraron las intenciones de la manifestación, mientras otros derechamente la rechazaron y se pegaron cabezazos tratando de vaticinar lo que sucedería: tendría baja convocatoria, carecería de efectos políticos o sociales, debilitaría las demandas específicas de cada uno de los grupos organizadores y el caos sería de tal magnitud que terminaría transformándose en una manifestación violenta. Los hechos, demostraron lo equivocado de esta lamentable contra-compaña para boicotear la expresión ciudadana de movimientos sociales autónomos de partidos políticos.
Tras los resultados reales de la Marcha de Todas las Marchas, los grupos organizadores del desfile definirán próximamente sus nuevos pasos para seguir contribuyendo a hacer de Chile un país más justo y democrático.
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Mega I
Parte de la cobertura en días previos a la marcha