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Atala en histórico acto de desagravio: “cosmovisiones religiosas no pueden ser parte de las leyes»

Editor 14 diciembre, 2012

En la cancillería tuvo lugar el acto de reparación a Atala, luego de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ordenara al Estado de Chile tomar medidas tras la discriminación que la despojó de sus hijas. La magistrada dedicó la sentencia internacional a las madres lesbianas y a los padres gays.

Un día histórico para los derechos humanos de la diversidad sexual se vivió hoy en el salón O’Higgins de la Cancillería donde con la presencia de tres ministros y del presidente de la Corte Suprema, Rubén Ballesteros, el Estado organizó un acto de desagravio por la brutal discriminación que en mayo del 2004 despojó a la jueza Karen Atala de sus tres hijas.

En la ceremonia, ordenada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en febrero anterior, la jueza estuvo acompañada de sus familiares y amigos, entre esos su ex pareja, la historiadora Emma de Ramón, con quien Atala convivía al momento de que la Corte Suprema le quitara la tuición de las menores

Frente a Ballesteros y a los ministros de Justicia, Teodoro Ribera; del Trabajo, Evelyn Matthei y del Sernam, Carolina Schmidt, la magistrada sostuvo que la histórica sentencia de la Corte Interamericana «viene a dignificar a todas esas madres lesbianas y padres gays que han perdido derechos o han tenido que invisibilizar o silenciar su vida afectiva para mantener sus derechos. A ellos les quiero dedicar esta sentencia Esto debe ser un nunca más».

Añadió que la travesía emprendida para alcanzar justicia es una “lucha que dejó de ser personal ante el inexorable paso del tiempo y se transformó en política. Por ello, nuestro caso particular se transformó en un caso político, pero era absolutamente necesario para restaurar el imperio del derecho a la igualdad en Chile».

En ese orden fue enfática en señalar que “no se condice con un Estado laico imponer principios morales o religiosos respecto a lo que es correcto o incorrecto. Las cosmovisiones religiosas no pueden ser parte de nuestras leyes”, para luego citar al ex presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, quien tras la aprobación de la ley de matrimonio igualitario sostuvo que «una sociedad decente es aquella que no humilla a sus miembros».

Aunque consideró que el cumplimiento de sentencia de la Corte Interamericana . «es una señal clara de que existe la preocupación de adecuar las instituciones a las reales necesidades de los ciudadanos chilenos”, criticó que “nuestras leyes de familia se ha quedado ancladas a otros paradigmas (…) Son anacrónicas, anquilosadas y alejadas de nuestros tiempos», apuntó.

«En Chile las leyes están plagadas de consideraciones morales. En 160 años de nuestra legislación en materia de matrimonio, esta ha sido modificado, pero los paradigmas siguen vigentes. Se establece que la base fundamental de la sociedad es la familia, basada en un matrimonio entre un hombre y una mujer. Así se entiende la vida en Chile: heterosexual y familiar. Todo o que escape de ello es anormal», dijo.

Los efectos del fallo en la vida de la jueza

Al recordar el fallo del 2004, el cual argumentó que la convivencia de Atala con De Ramón era un «riesgo para el desarrollo de sus hijas, del que deben ser protegidas”, la jueza sostuvo que “vivir con una mujer fue sancionado con la pena más grave para una madre: Quitarle la tuición de sus hijas (…) Recuedo nítidamanete como se me apretó el corazón cuando se vulneraban los derechos de mi familia” .

Tras ello «mi privacidad fue expuesta en la prensa. Como mujer de derecho y jueza no tuve más alternativa que acatar la sentencia judicial y entegarlas. De eso han pasado nueve años, vidas enteras cuando se trata de menores», redondeó.

«Tenía la convicción de que sería algo transitorio, sin embargo a nueve años de esta sentencia siento que fuimos vulneradas aún cuando la Constitución dice que somos libres en derecho. Son muchos los dolores vividos en estos años«, dijo.

Entre esos dolores precisó «a meses de haber entregado a mis hijas, mi padre enfermó de cáncer. Conseguir la posibilidad de que lo fueran a ver fue objeto de negociaciones. Mi padre murió y de mis hijas solo la mayor lo recuerda (..) Hoy mis hijas son adolescentes. Como madre privada de la tuición por razones injustas no pude escoger el colegio en que se educaron ni tratamientos de salud. Cuando se pierde la tuición se pierde la calidad de padres o madres. Esto no se condice con el mandato de los derechos humanos de niños y niñas».

Explicó que «quienes son padres separados y sin la custodia de sus hijos se lo pueden imaginar. Uno se pierde detalles que son muy importantes, como la caída del primer diente o primer día de clases (…) Castigar a los padres sanciona también a los hijos. Excluye de los ritos familiares, que en mi caso por tener familia palestina son muy importantes. Urge en chile modificar la legislación en materia de tuición que rige en el código civil. Que haya igualdad entre los padres».

La jueza agradeció, por último, a las tres organizaciones que llevaron legalmente su causa, el Centro de Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales, la Corporación Humanas y Libertades Públicas.

Durante la ceremonia, Atala estuvo en todo momento acompañada de su hijo mayor, Sergio Vera Atala, quien leyó un breve comunicado a nombre de su familia donde destacó el «orgullo» que siente por su madre y que gracias a su «lucha hoy Chile es un país más tolerable. Pero nada nos va a devolver el tiempo perdido. Este acto de hoy viene a demostrarnos que hasta los más grandes son falibles».

Movilh: un acto histórico

Tras asistir a la ceremonia, el Movilh calificó como histórico “para los derechos humanos y la justicia” el acto de desagravio, junto con destacar que “la fuerza y persistencia de Atala lograron hacer justicia, marcando un precedente respecto a que nuestros tribunales nunca más podrán separar a una familia por prejuicios, discriminación u homofobia.

“Para Atala va en primer lugar todo nuestro reconocimiento y solidaridad frente al daño causado y que se ha extendido desde el 2004”, sostuvo el Movilh que en la ceremonia fue representando por su presidente, Rolando Jiménez, y su activista Sandra Pavez, quien también demandó al Estado de Chile luego de que fuese impedida de hacer clases en el país sólo por ser lesbiana, en el marco de un proceso aún en trámite.

Junto con valorar el acto de reparación a Atala, el Movilh lamentó que “Chile hubiese sido incapaz de hacer justicia por sí mismo, debiendo haber intervenido un organismo extranjero. Es impresentable y vergonzoso que nuestros compatriotas deben salir fuera de Chile a luchar por los derechos que su propio país les niega”.

«Este acto de desagravio es histórico, no sólo porque contribuye a hacer justicia, sino porque al mismo tiempo da cuenta de que el Estado ha debido pedir disculpas por su incapacidad interna de garantizar igualdad, lo que esperamos sea tomado como un aprendizaje, para que nunca más hechos como los que afectaron a Atala y sus hijas vuelvan a ocurrir”, puntualizó el organismo.

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