Las dos alumnas del Centro Politécnico de San Ramón a quienes se estaba tramitando su expulsión en razón de su orientación sexual, podrán reincorporarse al establecimiento sin ningún tipo de condicionamiento, informó hoy el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).
La medida se adoptó tras la protesta de estudiantes y minorías sexuales en el frontis del colegio el pasado viernes y luego que ayer domingo la madre de unas de los jóvenes y el Movilh se reunieran con la dirección del liceo, donde se demandó la reincorporación a partir de este lunes.
El caso se originó el anterior 25 de marzo cuando M.J.A pego a tres cuadras del colegio un cartel con la frase “G. Te amo”. Por ese motivo fue impedida de ingresar a clases la semana pasada. Además la dirección le exigió a ella y a su pareja, ambas de 17 años, cambiarse a un liceo mixto para modificar su orientación sexual.
M.J.A, así como su madre, se mostraron feliz con la reincorporación, calificada por el Movilh como “un nuevo e importante triunfo sobre la discriminación en el sistema educacional. Lo concreto es que casos como estos demuestran las necesidad de políticas publicas preventivas específicas, pues, insistimos, no se puede seguir apagando incendios”.
El diálogo sostenido ayer con el Centro Politécnico de San Ramón “nos demuestra de manera especial esta necesidad, pues la dirección se negó a reconocer su error e incluso negó que hubiese lesbianas en el establecimiento. Además, exigió que M.J.A reingresara sólo si firmaba un carta donde se comprometía a dejar el colegio frente a cualquier nuevo inconveniente”, señaló la activista del Movilh, Sofía Velásquez.
La madre de M.J.A, con la asesoría del Movilh, se negó a firmar y cinco horas después de la reunión., se le notificó que su hija podría reingresar a clases.
Entre el 2002 y lo corrido del 2008 se han registrado en Chile 18 casos de homofobia o transfobia que han afectado a unos 40 escolares gays, lesbianas y transexuales. En 17 de estos casos el Movilh revertió la discriminación en favor de los estudiantes, ya sea en negociación directa con los colegios o pidiendo la mediación del Mineduc.
“Lo más importante para el éxito ha sido la valentía de los jóvenes que denuncian la discriminación. Ellos y ellas son un ejemplo de ejercicio y exigencia de derechos y deberes”, apuntó Velásquez.
Del total de casos, tres han ocurrido en el Centro Politécnico de San Ramón, siendo este el único establecimiento que ha reincidido en prácticas discriminatorias. “Además sabemos de otras 10 alumnas que han padecido hostigamientos, pero su denuncia no fue formalizada por problemas familiares”.
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