El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) denunció hoy ante diversos senadores y diputados una activa movilización de grupos conservadores para impedir que el Proyecto de Ley que Establece Medidas contra la Discriminación sea aprobado, lo cual se ha traducido en una sistemática campaña agudizada desde diciembre anterior en el Congreso, el gobierno y en espacios públicos.
Ante los senadores Carlos Ominami, Guido Girardi y el diputado Gabriel Silber, y con el respaldo de los senadores Ricardo Núñez y Jaime Gazmuri, el organismo especificó que la Iglesia Católica y sectores evangélicos se han opuesto “de manera feroz” a la ley, llegando a exigir que “en caso de ser aprobada se incluya una indicación expresa para que la misma no sea aplicable a las instituciones religiosas. Es decir, quieren actuar al margen de la ley”.
“Lamentamos esto porque hasta diciembre pasado la Iglesia Católica estuvo al margen de estas discusiones. Acá no se ha comprendido que la ley lejos de atentar contra la libertad de culto, beneficia a todas las religiones”, señaló el presidente del Movilh, Rolando Jiménez.
Denunció que una parte de la Derecha, a través de sus senadores y centros de estudios, “ha además jugado un rol protagónico para movilizar al mundo evangélico en contra de la ley. Se ha recurrido incluso a prácticas engañosas, pues se han enviado al Congreso cartas a nombre de grupos evangélicos que si apoyan la norma”.
Como consecuencia de las presiones concertadas, los senadores Alberto Espina (RN) Carlos Kuschel (RN) y Andrés Chadwick (UDI) presentaron indicaciones para impedir que las minorías sexuales, junto a otros sectores, tengan garantías explicitas de no discriminación, mientras que el senador Guillermo Vásquez (PRSD) hizo lo suyo al redactar un artículo que excluye de la aplicación de la norma el actuar de las religiones, añadió el Movilh.
“Es absurdo pensar una ley contra la discriminación que excluya a un sector de la población, más aún al considerar que hemos sido las minorías sexuales el sector de la sociedad civil que más tiempo y trabajo lleva por hacer realidad el sueño de esta ley. Además, es violento garantizar que algunas instituciones puedan tener garantías por sobre normas que rigen a todos”, añadió el Movilh coincidiendo en sus análisis con los parlamentarios Girardi, Ominami y Silber.
A juicio del Movilh, la norma es más urgente que nunca, pues día a días la personas ven vulnerados sus derechos, quedando los responsables en la más absoluta impunidad, mientras que sectores violentistas, como los neonazis, están alcanzando cada vez mayor de organización.
“Hay un nuevo grupo, denominado Movimiento Nacional Socialista de los Trabajadores Chilenos (MNSTCH), que con expresiones en Santiago, Valparaíso e Iquique está promoviendo la odiosidad a las minorías sexuales, sin que gran parte las autoridades le tomen el peso a ello. Mientras estos grupos distribuyen afiches y volantes en zonas céntricas, apenas hay pronunciamientos de las autoridades cuando hay asesinatos de odio, esto no puede seguir pasando” añadió el Movilh.
«Más alarmante es aún ver como neonazis, iglesias y senadores de derecha tienen una misma oposición a la ley contra la discriminación”, puntualizó el organismo.
ANTECEDENTES DE LA LEY
El proyecto de ley contra la discriminación establece en su articulo tercero que “se entenderá por discriminación arbitraria toda distinción, exclusión o restricción fundada en motivos de raza o etnia, color, origen nacional, situación socioeconómica, zona geográfica, lugar de residencia, religión o creencia, idioma o lengua, ideología u opinión política, sindicación o participación en asociaciones gremiales, sexo, género, orientación sexual, estado civil, edad, filiación, apariencia personal, estructura genética, o cualquiera otra condición social”.
El género y la orientación sexual lograron ser incluidas en el proyecto gracias a una labor liderada desde la sociedad civil por el Movilh, y que ha contado con el decidido e imprescindible respaldo del Ministerio Secretaría General de Gobierno, en específico del director de la División de Organizaciones Sociales (DOS), Francisco Estévez.
Pese a que la ley fue ágil en su tramitación entre el 2005 y el 2006, en el 2007 pasó por un severo estancamiento producto de la presión de los grupos conservadores, situación que nuevamente ha puesto en peligro las categorías de orientación sexual, sexo y género.
La situación fue comunicada por el Movilh en misiva entregada hoy a la presidenta Bachelet y que contó con el respaldo de la profesora de religión Sandra Pavez y el subcomisario de Investigaciones, César Contreras, quienes han padecido discriminación laboral debido a su orientación sexual.
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