El director de contenidos y producción de Chilevisión, Pablo Morales, dialogó ayer con el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) sobre las rutinas del pasado Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, dos de las cuales fueron duramente criticadas por su carácter ofensivo hacia la diversidad sexual.
En la cita con Morales, quien también es director general del Festival de Viña del Mar, el Movilh relató los variados correos recibidos por ese movimiento de parte de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT), así como de amigos y familiares de estos, que se sintieron dañados en su dignidad por las rutinas de Óscar Gangas y, en mayor medida, de Mauricio Flores, cuya presentación acudió a estereotipos y prejuicios sobre la diversidad sexual.
El Movilh valoró el derecho a la libertad de expresión, pero al mismo tiempo enfatizó en que el principio de no discriminación tampoco se vea vulnerado en las rutinas de humor del Festival de Viña del Mar, que ahora es dirigido por un canal cuyo Departamento de Prensa históricamente ha cubierto sin censuras la realidad de las minorías sexuales.
Sobre la materia, Morales expresó una excelente disposición al diálogo y a escuchar la opinión del Movilh, al tiempo que rescató que la pasada versión de Viña del Mar fue una nueva experiencia para el canal, de la cual se sacaron importantes aprendizajes, siendo uno de ellos el referente a los contenidos de las rutinas de humor.
En la cita, solicitada por el Movilh a Morales, “quedó claro que el ánimo de todas y todos es la promoción de contenidos que no dañen la dignidad de ninguna persona, grupo minoritario o discriminado, lo cual valoramos especialmente”, sostuvo el activista gay, Rolando Jiménez.
Jiménez resaltó, por último, que “el director de Chilevisión y del Festival de Viña del Mar, al escuchar nuestro parecer ha dado una buena señal, toda vez que se da a los telespectadores la posibilidad su expresar su opinión sin mediaciones y mejor aún, de considerar y valorar el sentir de los mismos, frente a un tema tan sensible como lo es la dignidad de las personas”.
En marzo pasado el Consejo Nacional de Televisión formuló cargos a Chilevisión por el humor de Viña del Mar debido a que “la persistente ridiculización de la referida minoría (sexual), empleada para suscitar la hilaridad del público, representa un hostigamiento, que no puede sino herir la dignidad de sus personas, a la vez que vulnerar, por el depósito de intolerancia a él subyacente, el pluralismo, componente inmanente a todo sistema democrático”.
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