Tras casi una total sequía informativa en El Mercurio y La Segunda impresos sobre las actividades pro diversidad sexual impulsadas o relacionadas con nuestra organización, consideramos oportuno precisar y señalar que:
1.- En dos años el Movilh ha sido mencionado en apenas cuatro ocasiones en dichos medios en temáticas vinculadas a la diversidad sexual. Esto significa un retroceso en torno a la “mediana apertura” de años previos al 2013.
En efecto, mientras desde 1991 todos los medios nos llamaban “Movilh”, estos impresos sólo se referían a nuestra organización como “los homosexuales”, publicando por primera vez nuestro nombre a fines de los 90. Comenzó así una lenta y mediana “apertura” que valoramos en su momento, empero, ello quedó en el pasado.
2.- La única vez en su historia que La Segunda nos ha dado dos páginas fue para sindicar a nuestro líder, Rolando Jiménez, como terrorista e integrante del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, ambos hechos falsos y que por cierto fueron vinculados directa y explícitamente al Movilh.
3.- Salvo dos ocasiones, de manera persistente La Segunda y El Mercurio Impresos se han negado a publicar cartas al director sobre derechos de la diversidad sexual enviadas por cualquiera de nuestros activistas, incluso cuando reaccionamos a publicaciones donde nos mencionan.
4.- En los últimos dos años, ambos impresos han omitido noticias de impacto nacional y cubiertas por todos los otros medios, incluidos los internacionales, que tienen relación directa con la calidad de vida de las personas lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBTI). Ello ha ocurrido siempre cuando nuestra organización ha sido la única gestora o principal impulsora de una determinada noticia.
5.- Hoy El Mercurio ha llamado a nuestro dirigente, Rolando Jiménez, para consultarle sobre el Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Atendiendo a la experiencia previa, claramente el fin era vincular al Movilh con el terrorismo. No dimos la entrevista.
6.- Lamentamos que los mencionados medios sistemáticamente censuren el trabajo del Movilh en materia de diversidad sexual, mientras al mismo tiempo se esfuerzan, como hormigas, para vincularnos sin sustento a otras temáticas que son polémicas y “condenables socialmente”.
Lo lamentamos, en primer lugar porque nuestro fin y acciones están exclusivamente centrados en la promoción de derechos humanos de la población LGBTI, así como en la solidaridad y apoyo a las luchas de otros sectores históricamente discriminados.
En segundo lugar porque se han omitido hechos relevantes e históricos para un sector de la población, como es la diversidad sexual.
En tercer lugar, porque claramente hay una estrategia de censura corporativista, que atenta contra el ejercicio libre y profesional del periodismo, y que está cruzada tanto por clasismo, como por un línea ultraconservadora que ve a nuestra organización como un peligro para el estatus quo o, si se quiere, como una lacra para los liderazgos de opinión o como un obstáculo para los objetivos “implícitos” de dichos medios.
En cuarto lugar, porque al final de cuentas, ni en El Mercurio, ni en La Segunda impresos la ciudadanía podrá encontrar información sobre la casi totalidad de los hechos que más debate e impacto sobre derechos de la diversidad sexual han ocurrido en Chile. En tanto, en los pocos hechos de alto impacto que menciona, la historia está cortada, censurada, pues omite toda mirada de un determinado movimiento social que no le simpatiza, pese a haber jugado un papel clave en un suceso.
7.- Felizmente, en el país existe una prensa mayoritariamente sensible con los derechos LGBTI, que transmite los hechos sin censura, ni clasismo, ni intentos por desacreditar o censurar a un movimiento social por una fijación editorial que en nada se relaciona con el ejercicio periodístico y que es ajena al tema que en este caso convoca: la no discriminación y la igualdad para todas las personas.
Felizmente, existen redes sociales, que nos permiten llegar con nuestros discursos y acciones pro-igualdad a todo el país y a buena parte del mundo, de manera periódica, pese al clasismo y la censura ideológica.
Felizmente, somos una organización totalmente independiente que sin ningún pituto ha contribuido a mejorar las condiciones de vida de la población LGBTI, en especial de la más vulnerable desde el punto de vista socioeconómico, en virtud exclusivo de nuestro esfuerzo y trabajo.
8.- Difundimos esta declaración de manera que quede registro en la historia de nuestros derechos y en el espacio público.