Estudio Mundial de Valores arroja aceptación progresiva de la homosexualidad en Chile
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Una progresiva justificación de la homosexualidad en Chile reveló el Estudio Mundial de Valores que fue aplicado por la consultora Mori a mil personas de 18 a 80 años que habitan en 11 de las trece regiones del país.
De acuerdo al estudio, la homosexualidad, y en primer lugar el divorcio, son los aspectos valóricos mayoritariamente justificados por los chilenos, mientras que la eutanasia, el aborto, la prostitución y el suicidio quedaron en la categoría de no justificables.
En el marco de una escala de 1 a 10, la homosexualidad alcanzó un nivel de justificación de 4.9 por ciento, en circunstancias que en 1990 sólo llegó a 1.8. Ello llevó al estudio a concluir que los cambios valóricos en Chile han sido lentos, pero progresivos.
Al conocer los resultados, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) expresó su satisfacción por cuanto los mismos no “sólo siembran esperanzas ciertas para un futuro de mejor aceptación y justicia para las minorías sexuales chilenas, sino que además es posible palpar en la actualidad luces ciertas de ese proceso”.
El organismo agregó que, sin embargo, también es cierto, como lo indica el estudio, que Chile sigue siendo una sociedad conservadora, donde la homosexualidad alcanza un grado medio de aceptación, lo cual “obviamente se ubica muy por debajo de nuestras aspiraciones futuras”.
Ello se grafica, por ejemplo, en los brutales casos de discriminación que padecen las minorías sexuales chilenas, cuyo nivel de denuncias alcanzó los 58 casos en el 2005, un 26 por ciento más que el 2004, según el último informe anual de derechos humanos que elabora el Movilh con el respaldo de Amnistía Internacional.
“Empero, y como también lo indica nuestro Informe de DDHH en clara coincidencia con los resultados de la encuesta de la MORI, el aumento de estos casos no refleja una mayor homofobia cultural, pues ha sido precisamente la mayor apertura la que ha dado la valentía a las víctimas para hacer denuncias”, dijo el Movilh.
El organismo expresó especial satisfacción por la justificación progresiva de la homosexualidad, por cuanto “este aumento de 1.8, en 1990, a 4.9 en el 2006, coincide con los años de funcionamiento de nuestra organización, lo cual implica que la lucha del movimiento chileno de minorías sexuales está rindiendo frutos concretos a favor de una evolución cultural que respete la diversidad a favor de una concepción cada vez más integral de los derechos humanos”.
A juicio del Movilh el estudio demuestra científicamente un ambiente-país de apertura “que sale por todos sus poros”, donde los debates de los derechos de las minorías sexuales y las posibilidades de la misma de expresar su afecto e intereses en los espacios públicos y privados “son cada vez mayores”.
“En momentos cuando nuestro país analiza diversos derechos de las minorías sexuales, los resultados de la encuesta Mori son un punto a favor, pues son una clara señal para las autoridades políticas y públicas de que “algo está pasando, y algo debe hacerse” a favor de una plena integración social. Caso contrario, nuestras autoridades simplemente no estarían dando cuenta de nuestros contextos y tiempos, lo cual sería grave e irresponsable”, puntualizó el organismo.
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La Nación
