Los bancos del sistema público de salud comenzaron desde ayer a eliminar todas las indicaciones que prohibían expresamente a los gays donar sangre, usaran o no preservativos en su prácticas sexuales, en medio de un fuerte rechazo de la Sociedad Chilena de Hematología y el Colegio Médico.
De esa manera los hospitales deberán respetar las “Normas de Selección Donantes” del Ministerio de Salud, según la cual sólo están impedidos de donar sangre “los hombres que han tenido relaciones sexuales con otros hombres y con antecedentes de no usar preservativo en todas las relaciones ”.
La decisión la tomó el gobierno tras una petición cursada por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) en una reunión de dos horas sostenida con el jefe del Departamento de Calidad del Ministerio de Salud, Fernando Otaíza.
“Luego de un seguimiento a los hospitales y clínicas nos dimos cuenta que varios centros impedían a las personas donar sangre por el sólo hecho de ser homosexuales y en forma independiente de si los gays teníamos o no conductas sexuales de riesgo. De ahí que demandamos al gobierno solucionar ese evidente atropello”, señaló el presidente del Movilh, Rolando Jiménez.
El dirigente aclaró que aún cuando “no compartimos el hecho de que el gobierno especifique las relaciones sexuales entre hombres, pues sólo debería referirse a personas en términos genéricos, compartimos la política de que deben ser impedidos quienes tienen antecedentes de no usar preservativo”.
El Movilh demandó además al gobierno que los cuestionarios de los bancos de sangre que indagan sobre la conducta y la orientación sexual de las personas, “sean aplicados en privado y mediante entrevistas cara a cara y no respondiendo en un papel como sucede hasta ahora. Esa metodología es exigida incluso por las mismas reglas fijadas por el Ministerio”.
En la misma línea el movimiento homosexual espera que los carteles ubicados en los bancos de sangre para informar sobre los requisitos para donar sangre “no incluyan referencias a las orientaciones sexuales, pues ello estigmatiza a un sector de la población. Si se quieren mayores antecedentes sobre las prácticas sexuales de las personas que se obtengan en la entrevista privada”.
Junto con estudiar en la actualidad esas peticiones y acceder a la demanda de ordenar a los bancos públicos de sangre que retiren toda exclusión a priori de los homosexuales, el Ministerio de Salud, a través de Otaíza, reconoció que los hospitales públicos estaban aplicando en forma arbitraria las normas fijadas por el mismo gobierno.“No está en discusión lo que dicen las normas, sino como se han interpretado o expresado”, señaló Otaíza.
Esa explicación del Ministerio no satisface completamente al movimiento homosexual “por cuanto indica que el gobierno no ejerció los controles necesarios en los bancos de sangre para garantizar la correcta aplicación de sus propias reglas. De ahí que carteles o instructivos de postas y hospitales prohibieran los gays donar sangre”, indica el dirigente del Movilh, Juan Hernández.
LOS BANCOS PRIVADOS
La orden del Ministerio para permitir a los gays donar sangre no es extendida a los bancos privados de las clínicas, pues según el gobierno, “no tenemos ingerencia sobre ellos”.
En ese sentido el Movilh centra sus esfuerzos en eliminar todas las normas de las bancos privados que restringen el aporte sanguíneo de los gays, siendo un ejemplo la Clínica Santa María la cual indica en sus reglamentos que “si usted pertenece o ha estado en contacto con personas que pertenezcan a cualquiera de los siguientes grupos NO DONE SANGRE: homosexuales, bisexuales, o parejas de algunos de ellos, drogadictos, prostitutas y alcohólicos”.
Para la lucha contra las clínicas el Movilh elabora en conjunto con asesores de la Clínica de Interés Público de la Universidad Diego Portales, un documento que dará cuenta de los derechos que son transgredidos con esas reglas a fin de iniciar posibles acciones legales.
La polémica de los bancos de sangre tiene como uno de sus telones de fondo la fuerte oposición contra los homosexuales manifestada por la Sociedad Chilena de Hematología y el Colegio Médico, grupo que llamó a los gays a autoexluirse de donar sangre por el bien de la población.
A juicio del presidente del Colegio Médico, Juan Luis Castro, la “homosexualidad es un conducta que naturalmente frente a ciertas enfermedades tiene mayores riesgos de reproducir enfermedades, como el Sida, en el resto de la población. Si se les dice que no (pueden donar sangre) tienen que entender que esto no es por discriminación, sino por dar seguridad al enfermo. El bien superior es el del enfermo”.
Por su parte la Sociedad Chilena de Hematología señaló en una misiva enviada en 1999 al Ministerio de Salud que “en nuestra opinión debe haber rechazo definitivo para aquellos hombres que han tenido relaciones sexuales con hombres”.
El Movilh aclara que esa postura es “bastante débil” no sólo desde el punto de vista científico y técnico, por cuanto la homosexualidad no es una enfermedad, sino también porque los acuerdos alcanzados en las “Normas de Selección de Donantes” contaron con la participación de médicos y el gobierno.
Las Normas de Selección, creadas en el 2000 y que sólo prohíben a los gays donar sangre en caso de no usar preservativo, contó con el beneplácito y/o la contribución científica de la Sociedad Chilena de Hematología, la Comisión Nacional de Sida del Ministerio de Salud y los Departamentos de Epidemiología y de Desarrollo de la Red Asistencial.