El Gobierno ingresó ayer oficialmente a tramitación parlamentaria el Acuerdo de Vida en Pareja (AVP), propuesta que regula la convivencia entre personas de igual y distinto sexo.
La propuesta fue ingresada sin urgencia, por lo que el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) anunció que realizará todas las gestiones que sean necesarias para revertir esa situación y/o dar celeridad a la tramitación.
En el mensaje del proyecto el presidente de la República, Sebastián Piñera, sostiene que “nos asiste la convicción de que el Estado no está cumpliendo adecuadamente con su finalidad ni sus deberes primordiales si no ofrece un marco jurídico que, al menos, reconozca, respete y otorgue certeza jurídica a los derechos de esos aproximadamente dos millones de compatriotas, que viven en pareja sin estar casados, regulando los efectos patrimoniales, sociales y sucesorios de su convivencia”.
Agrega que “ello por cierto, se aplica tanto a parejas de distinto como del mismo sexo, toda vez que en ambas es posible desarrollar el amor, afecto, respeto y solidaridad que inspiran un proyecto de vida en común y con vocación de permanencia”.
“Por tanto, estimamos que el presente proyecto de ley, que introduce en nuestra legislación la institución del Acuerdo de Vida en Pareja, tanto para uniones hetero como homosexuales, pone fin al déficit de protección legal de esa parejas y satisface ampliamente el legítimo requerimiento que ellas tienen de ser reconocidas y respetadas”, apunta la iniciativa.
Dividido en 29 artículos, el proyecto no altera el carácter heterosexual del matrimonio y sus contenidos centrales son los mismos a los ya adelantados el pasado 9 de agosto en el Palacio de La Moneda.
La iniciativa es definida como “un contrato que pueden celebrar dos personas del mismo o distinto sexo, con el propósito de regular los efectos jurídicos de su vida afectiva en común”, al cual pueden acceder mayores de edad, sin vínculos sanguíneos.
El contrato se puede formalizar ante notario o Registro Civil, sin requisito de un período de convivencia previa, ambas demandas centrales del Movilh que finalmente fueron acogidas.
El vínculo, añade el proyecto, puede terminar por muerte de una las partes, por matrimonio, por voluntad unilateral o por declaración de nulidad y establece la comunidad de bienes, compensación económica en caso de término del vínculo para quien se dedicó a “labores propias del hogar común” sin remuneraciones, derechos hereditarios para el sobreviviente en igualdad de condiciones para los hijos, pensión de sobrevivencia, derechos de carga en salud, entre otros, que serán iguales a los del cónyuge.
El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) expresó nuevamente su valoración sobre la propuesta y resaltó su carácter inédito, al tiempo que anunció que continuará con su trabajo jurídico para perfeccionarla en la tramitación parlamentaria.
En paralelo “seguiremos trabajando porque el matrimonio también sea para todas las parejas, sin discriminaciones de ningún de tipo. El objetivo es que cada pareja, sin importar su orientación sexual o identidad de género, puede decidir en igualdad de condiciones si quiere regular su convivencia o relación a través del matrimonio o del Acuerdo de Vida en Pareja, AVP”, puntualizó el Movilh.
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