Homofobia: exigen a pareja gay que evite expresar su afecto en espacios comunes de un condominio de Ñuñoa
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Una vecina alegó porque una pareja se había abrazado y besado en una piscina, hecho calificado por un conserje como “inmoral”. La exigencia homofóbica de no expresar afecto fue validada por Servigest, la empresa que administra el condominio. La diputada Schneider solicitó la intervención del municipio de Ñuñoa para para corregir el abuso.
Un arrendatario de un departamento, ubicado en un condominio de Ñuñoa, denunció que él y pareja sufrieron un lamentable episodio de discriminación solo porque se habían besado y abrazado en una piscina del lugar, informó hoy el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).
Los hechos ocurrieron luego de que una vecina y un conserje le exigieran a la pareja evitar ese tipo de manifestaciones, mientras que Servigest LTDA, la empresa administradora del recinto, incurrió en igual falta cuando uno de los afectados le presentó un reclamo al respecto.
“Cuando estábamos en la piscina, una vecina residente, que había llegado hace pocos minutos junto a su hija a ese lugar, se acercó a mí muy enojada y exaltada, señalando que debía ubicarme, me preguntó en qué departamento vivía. Yo le pregunté en más de una oportunidad, a qué se estaba refiriendo porque no entendía su malestar. Ella me refirió que su hija era pequeña, que ella no tenía porque ver «esto», es decir, dos hombres abrazados y dándose besos”, señaló uno de los afectados.
Segundos después, añadió, llegó al lugar un “conserje, muy enojado, hablando en voz alta desde afuera de la piscina, frente a la señora y su hija, alzando las manos, refiriéndose a mí como “indebido”, “desubicado” y que estaba cometiendo “actos inmorales”, que tenía que entender que no todos pensaban igual”.
«Le pregunté en varias ocasiones qué era lo inmoral y por qué nos estaban tratando tan mal. (…) Él me refirió que si hubiesen sido un varón y una mujer la situación sería distinta, inclusive. Le pidió la opinión a un vecino que venía caminando, comentando a viva voz y preguntándole cosas como «¿qué es lo normal para usted?», situación que continuaba siendo muy incómoda”, relató el arrendatario.
Tras informar de lo ocurrido el propietario del departamento, el afectado puso un reclamo ante Servigest.
Si bien la responsable de atención al residente de la empresa, A.V.G, se disculpó y lamentó lo ocurrido, solicitó al arrendatario “por favor, evitar este tipo de manifestaciones de afecto en los espacios comunes para evitar malentendidos o malestares tanto para usted o futuros inconvenientes con otros residentes”.
La vocera del Movilh, Javiera Zúñiga, señaló “que este es un claro abuso contra la dignidad humana, motivado por la orientación sexual de las personas, pues misma exigencia no aplica a parejas heterosexuales. Tuvimos la oportunidad de revisar videos con la pareja expresando su afecto en la piscina. Solo se trata de besos y abrazos de cariño y amor, sin ninguna connotación sexual o erótica, por lo que la homofobia es tan evidente como dañina”.
“La Ley Zamudio garantiza la no discriminación por orientación sexual y la Ley del Consumidor prohíbe las segregaciones arbitrarias. Aquí la empresa Servigest debió investigar los hechos y adoptar medidas contra una vecina y un conserje que vulneraron derechos, en vez de validar el abuso. Esperamos que en breve la empresa ofrezca disculpas a los afectados y adopte medidas para prevenir nuevos atropellos, para lo cual enviaremos una carta solicitando ello”, añadió.
A su vez, la diputada Emilia Schneider Videla pidió a la Cámara que oficie a la Municipalidad de Ñuñoa, de manera que contribuya a resolver el problema.
“No es aceptable que se exija a ninguna persona abstenerse de realizar demostraciones de afecto en público, basado en la orientación sexual o en ninguna categoría protegida de discriminación, que nuestro ordenamiento jurídico consagra en el artículo 2° de la ley 20.609 que establece medidas contra la discriminación (…) Sobre las entidades encargadas de la administración de edificios copropiedades, recae un deber especial de cuidado de resguardar la buena convivencia al interior de los mismos, y en vez de respaldar a quienes inician ataques discriminatorios, deberían interceder para prevenirlos y proteger a quienes sean víctimas de los mismos”, señaló la parlamentaria en su oficio.
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