Añade que el matrimonio debe tener por fin la procreación. La negación y rechazo a la diversas formas de amar y construir familias fue repudiada por el Movilh.
Un claro rechazo al amor entre personas del mismo sexo y al matrimonio igualitario manifestó el Papa Francisco en su primera encíclica, un texto titulado como La Luz de la Fe (Lumen Fidei) que trabajó junto a su predecesor, Benedicto XVI.
Fechada el 29 de junio y presentada hoy por el cardenal canadiense Marc Ouellet, la Encíclica sostiene que el matrimonio es la “unión estable de un hombre y una mujer: nace de su amor, signo y presencia del amor de Dios, del reconocimiento y la aceptación de la bondad de la diferenciación sexual, que permite a los cónyuges unirse en una sola carne y ser capaces de engendrar una vida nueva, manifestación de la bondad del Creador, de su sabiduría y de su designio de amor”.
Añade que “fundados en este amor, hombre y mujer pueden prometerse amor mutuo con un gesto que compromete toda la vida y que recuerda tantos rasgos de la fe”.
El texto, de 82 páginas y dividido en cuatro capítulos, enfatiza además la existencia de una sola forma de construir familia, la católica y surgida del matrimonio heterosexual que ha engendrado hijos/as y tiene fe.
“En la familia, la fe está presente en todas las etapas de la vida, comenzando por la infancia: los niños aprenden a fiarse del amor de sus padres. Por eso, es importante que los padres cultiven prácticas comunes de fe en la familia, que acompañen el crecimiento en la fe de los hijos (…) La fe no es un refugio para gente pusilánime, sino que ensancha la vida. Hace descubrir una gran llamada, la vocación al amor, y asegura que este amor es digno de fe, que vale la pena ponerse en sus manos, porque está fundado en la fidelidad de Dios, más fuerte que todas nuestras debilidades”.
Al respecto el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) calificó a la Encíclica “como un llamado a la exacerbación de la homofobia en el mundo, como un desprecio irracional y fundamentalista contra la diversidad social”.
“El Papa Francisco llega al extremo de ubicar a las relaciones entre personas del mismo sexo al lado de la maldad, toda vez que para él la bondad es que la conduce a la unión heterosexual. Su reafirmación de rechazo al matrimonio igualitario, esta vez en su primera Encíclica, está basada en la ignorancia, el prejuicio y el odio y en una visión totalitaria del amor y las familias.”, añadió el organismo
Consideró “no deja de sorprender que a través del Papa Francisco, las cúpulas del catolicismo ya no hablen de matrimonio indisoluble, sino que estable. Esto demuestra un reconocimiento de la Iglesia respecto a que el matrimonio ha ido cambiando. Sin embargo, ello no le alcanza para garantizar respeto a personas y parejas con orientaciones sexuales diferentes”.
Para el Movilh “la contradicción moral de esta encíclica salta a la vista cuando dedica importancia en varios de sus párrafos valor de la verdad. Es justamente la verdad social y cultural la que el Papa Francisco niega e intenta ocultar, cuando condena y desprecia el amor entre personas del mismo sexo”.
Junto con llamar a los católicos “a ser críticos con las contradicciones morales y la discriminación promovida por el Papa y el Vaticano”, el Movilh puntualizó que “estamos seguros que esta visión apocalíptica y anticristiana que la Iglesia tiene del amor; y que daña a padres, madres y sus hijos cuyas familias se escapan de su concepción totalitaria; tiene los días contados, pues el mundo avanza hacia el respeto integral a los derechos humanos”.