Inédito: monja holandesa respalda públicamente al movimiento homosexual chileno
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En un inédito hecho en la historia del movimiento homosexual chileno, una monja brindó públicamente su respaldo a la lucha de las minorías sexuales organizadas en el país.
Se trata de la hermana Yosé Höhne Sparborth, una de las máximas representantes de la congregación De Voorzienigheid (La Providencia) de Holanda, quien ayer se reunió en Santiago con activistas del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).
La hermana, que en su visita a Chile también realiza talleres de capacitación en el Centro Diego Ecuménico de Medellín, señaló tras la cita a la prensa que “no creo que la Bibilia condene a los homosexuales, ni tampoco que sean mal vistos por Dios”, intervención que emocionó a los representantes del Movilh.
“Muchos varones que pertenecen a la jerarquía de nuestra Iglesia Católica, incluyendo algunos obispos, no quieren a las minorías sexuales e incluso las ignoran, pero ése es un problema de ellos, no mío», remató la religiosa que lleva 40 años de servicio en su Congregación.
El entusiasmo de la activista transgénero del Movilh, Karin Avaria, fue tal que literalmente aplaudió las palabras de la religiosa, limitándose a señalar con evidente alegría que “ella es un ejemplo para las cúpulas del catolicismo chileno. Estamos muy asombrados y agradecidos por su sólido respaldo”.
El presidente del Movilh, Rolando Jiménez, apuntó, por su parte, “que la señal dada por la hermana Yosé tiene una carga simbólica muy positiva y alentadora, pues demuestra que al interior de la Iglesia Católica no hay una sola postura en torno a los derechos de la minorías sexuales y que, por lo tanto, en torno a este tema aún la religión no ha dicho su última palabra”.
APOYO A LA SEDE DEL MOVILH
La hermana Yosé, quien conoció a Jiménez el año pasado en Holanda, contribuyó también al sueño que el Movilh viene persiguiendo desde hace meses, cual es reparar su sede social, en la actualidad completamente inutilizable por encontrarse en pésimas condiciones de infraestructura.
El costo mínimo de reparación de la sede asciende a 15 millones de pesos “y la hermana aportó dos millones y medio para tal fin, lo cual agradecemos enormemente. Estamos muy felices.
Además otro porcentaje de aportes de la hermana nos permitirá consolidar el próximo año la Primera Escuela para Minorías, la que ya el año pasado benefició con un programa de reinserción laboral a 80 personas de escasos recursos económicos”, dijo el activista del Movilh, Juan Hernández.
La Escuela, así como todos los programas del Movilh, se encuentran sin embargo condicionados a la reparación de la sede. “Aún nos falta mucho dinero y esperamos conseguirlo en un proyecto que presentamos al gobierno. Ojalá que se reconozca nuestro importante trabajo y todo salga bien, pues en realidad nos encontramos en condiciones de infraestructura deplorables”, agregó.
“En todo caso, por ahora nos quedamos con la gran alegría de la visita de la hermana Yosé, la cual sin duda jamás olvidaremos. Ella es una persona que irradia sinceridad y transparencia. Ha sido más que grato conocerla”, puntualizó Jiménez.
Junto con ayudar a los niños huérfanos personas viviendo con VIH/SIDA de su país, la hermana se desempeñó durante siete años como docente pastoral en El Salvador y Nicaragua, donde ha contribuido a aliviar los traumas de la guerra, la violencia doméstica y los desastres naturales.
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El Mercurio