El joven que practicaba patinaje profesional exigió que se aplique al agravante de la Ley Antidiscriminatoria, pues fue atacado en razón de su orientación sexual. Se trata de agresión homofóbica más grave sin consecuencia fatal de los últimos tres años.
Acompañado de los dirigentes del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), Rolando Jiménez y Melisa Manfredi, el joven presentó la querella en el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago, donde exigió que a los agresores se aplique el agravante que contempla la Ley Zamudio.
La abogada del Movilh, Melisa Manfredi, precisó que tras la aprobación de la Ley Zamudio, “el artículo 12 del Código Penal considera circunstancia agravante los delitos motivados por la orientación sexual, y dado que Matías fue agredido e insultado por ello, los agresores merecen las penas más altas posibles”.
Entre otras diligencias, “solicitamos al tribunal que tome declaración a Matías, que se oficie a la unidad policial para que entregue un informe pericial planimétrico y fotográfico del sitio del suceso, así como que aporte las grabaciones de las cámaras de seguridad ubicadas en el lugar”, dijo Manfredi (en la fotografía junto a Matías).
En la querella, Matías relató que el pasado 3 de julio iba junto a su hermano, Manuel, en el recorrido 507 del Transantiago, donde tres sujetos lo insultaron en razón de su orientación sexual, ya que “mi modo de hablar y gesticular revelan que soy gay”.
Al bajarse en Vicuña Mackenna con Avenida Matta los sujetos también descendieron y durante unos 10 metros continuaron gritándole “maricón”, “gay”.
Entonces “me di vuelta y les solicité que dejaran de insultarme y uno de ellos me dijo “¿por qué me miras así?, Gay, Maricón!” y me empujó violentamente. Caí al suelo y un sujeto comenzó a golpearme, mientras otros dos impedían que mi hermano me defendiera”, relató Matías.
Añadió que “cuando intentaba pararme del piso, uno de los sujetos rompió en la vereda una botella de vidrio golpeándome con ésta en el brazo izquierdo y luego en el rostro, específicamente en el ojo izquierdo”, relató Moscoso Zamora.
Al ver que pasaban más personas, los sujetos huyeron y tras eso “mi hermano me trasladó en taxi hasta la Posta Central donde me realizaron curaciones y me derivaron al Hospital El Salvador”, apuntó Matías.
En tanto, el director del Área de Derechos Humanos del Movilh, Rolando Jiménez, precisó que “Matías es un chico tremendamente responsable y valiente, con una vida sana, de deportista, que nunca causó daño a nadie. Es muy doloroso que parte importante de su vida se viera afectada porque en este país aún hay quienes siguen pensando que las personas homosexuales o transexuales merecen ser atacadas sólo por ser distintas. Esta situaciones nos dañan como sociedad”.
Puntualizó que “el ataque a Matías es sin duda el más grave, sin consecuencia fatal, de los últimos tres años, dada su evidente secuela. Llamamos al país a tomar conciencia de esto”.
Junto al apoyo legal, que el Movilh puede brindar gracias al apoyo de la Subsecretaría de Prevención del Delito, el Programa de Atención a Víctimas del Ministerio de Interior está otorgando asistencia psicológica a Matías y a su familia.
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