El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) llamó a las minorías sexuales chilenas a respetar la privacidad de sus “pares” con el objeto de impedir que terceros sean sacados del closet sin su consentimiento.
“Con absoluto asombro hemos presenciado como personas con orientación homosexual han visibilizado la sexualidad de terceros y/o sembrado tendenciosas dudas respecto a la identidad sexual de personajes públicos”, señaló el Movilh.
El organismo especificó que el primer caso se produjo en el 2002 cuando el periodista Italo Passalaqcua se refirió con “infundados comentarios” a las prácticas sexuales del actor Cristián de la Fuente, mientras el año pasado el ex regente de un sauna gay, Sebastián Rodríguez, “afectó profesional y emocionalmente al juez Daniel Calvo”, al denunciar que era uno de sus clientes.
Este año Passalaqcua reeditó su conducta con el futbolista Iván Zamorano y con la cantante Patricia Maldonado. Por último ayer un desconocido coreógrafo (Felipe Blits) delata la supuesta homosexualidad del bailarín de Rojo Cristián Ocaranza.
Para el Movilh el accionar de Passalaqcua, Rodríguez y Blits, “constituye una abierta violación al derecho humano básico de la privacidad, lo cual es doblemente deplorable cuando los “delatores” buscan única y exclusivamente figuración personal o profesional basando, en algunas ocasiones, sus juicios en simples y puras especulaciones”.
“Tememos que estas prácticas sigan sucediendo en nuestro país, pues en nada contribuyen al perfeccionamiento de la democracia y, por el contrario, dañan la intimidad y la integridad de personas que, homosexuales o no, tienen el derecho básico de mantener en reserva sus prácticas y orientaciones sexuales, toda vez que ese elemento en nada influye en sus labores cotidianas como ciudadanos o personajes públicos”, dijo el movimiento.
El LLAMADO
El Movilh invitó a todas las personas homosexuales, y en especial a quienes se han transformado en “inmorales delatores, a recordar el tipo de proceso que en su infancia vivieron cuando descubrieron su homosexualidad, el cual provoca en la mayoría de los casos serios problemas de autoestima debido a la discriminación reinante y/o dramáticos efectos familiares”.
“Llamamos a estos delatores a entender que el hecho de que hubieran decidido hacer pública su homosexualidad, no implica que otros también quieran optar por ese camino. Tampoco significa, obviamente, que todas o parte de las personas que los rodean son homosexuales”, apuntó.
Si una persona gay, lesbiana o transgénero siente que su comunidad ha aceptado sin conflictos su orientación, eso no debe llevar a suponer que “en todos los circuitos tal nivel de apertura existe. Pensar de esa manera es puro egoísmo y carencia de compromiso social. Por algo es que muchos homosexuales mantienen en estricta reserva su orientación sexual en un país donde los niveles de rechazo hacia las minorías sexuales son graves”, puntualizó la organización.