Unas 100 personas, entre adultos, niños y principalmente mujeres, marcharon ayer en Temuco contra la campaña a favor de los derechos humanos de las minorías sexuales que el Movilh lanzó el pasado 4 de junio en esa ciudad con la instalación de gigantografías en 40 buses.
Durante la marcha, dirigida por un denominado “Movimiento por la Familia” compuesto por evangélicos, se portaron carteles donde se consideraba a la expresión de afecto entre personas del mismo sexo como una “ofensa a la moral y las buenas costumbres”.
El pastor Jaime Ramírez señaló al Diario Austral que su juicio para la Biblia la “homosexualidad es un pecado”. Por eso, añadió, “tenemos que defender a los niños, que son muy indefensos por este tipo de propuestas. No es homofobia, porque no rechazamos a la persona. La Iglesia acoge al homosexual cuando quiere dejar de serlo, como al borracho, delincuente o drogadicto».
En tanto, el representante de la marcha, Ardí Yefih, sostuvo que “nosotros queremos hablar sobre la familia, de los valores, los fundamentos que tenemos, y entendemos que la base de la sociedad es la familia, y la base de la familia son los matrimonios. Un hombre y una mujer, es la naturaleza que tenemos».
“Una persona puede tomar una decisión de ir contra la naturaleza, lo que puede ser entendido como algo personal. Pero eso no significa que nos pongan publicidad, es algo que no aceptamos», dijo.
La columna, que se extendió desde la Plaza Teodoro Smith hasta la Intendencia Regional, contó también con la asistencia del Pastor de la Congregación Evangélica, Jaime Romero, y de la ex concejala de Padre de Las Casas, Mariela Silva, quien llamó a los parlamentarios a rechazar toda propuesta sobre los derechos humanos de la diversidad sexual.
Junto con repudiar “esta expresión homofóbica y discriminatoria”, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) consideró “gravísimo que en la marcha se utilicen a niños a niños para potenciar el prejuicio, el odio y la violencia hacia la diversidad sexual. Estamos seguros de que en Temuco una acción como esta cuenta con el repudio de la mayoría de las personas”.
Puntualizó que “acá ha quedado claro que hay organizaciones que luchan por el respeto, la paz y la armonía social, como lo son los movimientos de minorías sexuales, mientras otras, como son las lideradas por algunos grupos evangélicos, apuntan justamente a la contrario. Basta escuchar los mensajes de estos sectores para conocer su desprecio y agresión hacia la diferencia”.
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