Banderas del arcoiris, transformismo cantos, globos y pancartas con las leyendas alusivas a los derechos de las parejas homosexuales y de las personas transexuales dieron ayer colorido a una nueva marcha de la diversidad por la Alameda, evento organizado por Sidacción y el Movimiento Unificado de Minorías Sexuales y convocado por distintas agrupaciones de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales.
La columna, que se movió a pie y en coloridos camiones desde Plaza Italia hasta Plaza Los Héroes, reunió a un promedio de ocho mil personas, según las diversas cifras que circulan en la prensa y que dan cuenta de una amplia y exitosa movilización de las minorías sexuales .
Los aspectos más llamativos de la marcha fueron la presencia en el evento de la jueza Karen Atala y su pareja, la historiadora Emma de Ramón, además del estreno en este tipo de eventos de la recién creada Alianza Nacional Trans, y de su invitada especial, la española Carla Antonelli, quien expresó su confianza en que el gobierno de Michelle Bachelet dará señales concretas a favor de las transexuales y/o transgéneros.
Destacaron también las demandas por los derechos de las parejas homosexuales, donde Sidacción, el Movimiento Unificado de Minorías Sexuales y Las Otras Familias exigieron matrimonios y adopción de hijos, mientras el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) potenció en la marcha la campaña a favor del Pacto de Unión Civil (PUC), iniciativa que cuenta con el respaldo de todas las bancadas de la Concertación, además de apoyos individuales de RN y el respaldo de 150 organizaciones sociales.
Así, durante el trayecto a la Plaza Los Héroes, algunos de los grupos participantes frenaron varios minutos frente al Palacio de La Moneda para exigir sus respectivas y distintas demandas.
En una ámbito más festivo, uno de los aspectos más llamativos de la versión 2006 de la marcha fue la alta presencia de jóvenes, quienes en camiones dispuestos por el movimiento homosexual bailaron y cantaron música electrónica y Old Wave, mientras que la cantante transexual Heather y los transformistas Paule Favres y Arianda Sodi, animaron con humor durante todo el trayecto portando los afiches del PUC.
DISTINTOS DIAGNOSTICOS DEL PAIS
A diferencia de otras marchas, esta es la primera vez que hubo una diferencia radical entre los discursos de los organizadores de la marcha y de los grupos participantes.
Mientras los organizadores criticaron en sus discursos que en Chile “nada ha pasado” a favor de la no discriminación gracias al silencio “cómplice” del gobierno, los medios de comunicación, el Poder Judicial y la sociedad en su conjunto, el Movilh, desde una mirada distinta, destacó el positivo cambio cultural que vive Chile, según lo revelan diversas encuestas, y los “históricos logros que al menos nuestra organización ha conseguido en todas las esferas del país en beneficio de las minorías sexuales”.
“Porque hemos conseguido muchas cosas y hemos contribuido a bajar la homofobia y la transfobia en más de 20 porcentuales, es que tenemos la esperanza y el ánimo de seguir trabajando para eliminar los brutales casos de discriminación que padecemos, los cuales son uno de los más graves del país y han sido enfrentados casi en su totalidad con éxito por nuestra organización”, dijo la activista del Movilh, Sofía Veláquez.
En tanto, los organizadores sostuvieron “no nos engañemos”, pues en todos los años de lucha del movimiento homosexual “sólo hemos logrado visibilidad con costos personales, familiares y sociales muy altos, pero ningún avance efectivo en materia de leyes, políticas públicas y en las decisiones de los tribunales”.
Dada estas fuertes divergencias, que podrían haberse ocasionado por la falta de comunicación y coordinación en y entre los grupos para la organización de la marcha, el Movilh evitará futuras participaciones en actos públicos comandados por terceros donde quede la sensación que los “discursos emitidos legitimante por estos, son representativos también de nuestra voz y de las coaliciones sociales con las cuales tenemos sólidas alianzas”.
“Con eso aseguraremos que cada grupo tenga la posibilidad de potenciar sus propias líneas , evitando mensajes públicos contradictorios que, al final de cuentas, debilitan los énfasis que cada uno quiere dar a las actividades que organiza”, puntualizó Velásquez.
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