Movilh conmemoró su 20 aniversario lanzando Medalla por la Igualdad
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Artistas, periodistas, senadores, diputados, alcaldes, concejales y organizaciones de derechos humanos fueron homenajeados por el Movilh, instancia que hizo un balance de los últimos 20 años y analizó el momento actual lanzando una dura crítica a la UDI.
El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) inició ayer la conmemoración de su 20 aniversario y de la salida del armario en Chile lanzando una “Medalla por la Igualdad” con la que distinguió a diversas instituciones y personajes públicos y privados por su aporte a la lucha contra la discriminación y la homofobia y la transfobia.
Con una ceremonia en el Centro Arte Alameda, donde asistieron unas 400 personas, el Movilh hizo un repaso histórico sobre los principales hitos que han marcado los últimas dos décadas, así como de los logros de la organización que van desde la despenalización la relaciones entre personas adultas del mismo sexo, la aprobación de Ordenanzas Municipales contra la Discriminación hasta la implementación de políticas públicas en Educación y Trabajo, entre otros.
En el acto, animado por el transformista Paul Bichón, el presidente del Movilh, Rolando Jiménez destacó que “la celebración de nuestro 20 aniversario “ha coincido felizmente con “momentos de gran importancia y trascendencia para los derechos humanos”.
“El respaldo y apoyo de cada una de las personas e instituciones aquí reconocidas ha hecho posible acelerar la discusión y afianzar de manera más efectiva los compromisos sobre las uniones de hecho y/o del matrimonio igualitario, mientras que la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia del Senado dio luz verde para el Proyecto de Ley que Establece Medidas contra la Discriminación”, sostuvo el Movilh.
Sin embargo, añadió que aún cuando “el camino se ve alentador, no es fácil. El proyecto de Ley que Establece Medidas contra la Discriminación ha excluido al género como categoría protegida, lo que en la práctica significa dejar fuera al sector más vulnerable de la diversidad sexual, la población transexual. Confiamos y pedimos, en ese sentido, que cada uno de los parlamentarios aquí presentes colaboren con indicaciones para reponer el género, de manera que lo aprobado finalmente sea la iniciativa que comenzamos a soñar con el Gobierno de Ricardo Lagos”
“En torno a leyes para la igualdad legal de todas las parejas hay fuerzas opositoras, oscuras, que obstaculizan todo tipo de avance y están dispuestas a mover toda su maquinaria para conseguir sus objetivos e impedir así que el presidente Sebastián Piñera cumpla sus promesas”, dijo el organismo lanzando una dura crítica a la Unión Demócrata Independiente (UDI).
En términos artísticos, el evento contó con las presentaciones del Dúo Simio, del concertista en Viola Sergio Gutiérrez y del transformista Arianda Sodi, entre otros.
La actividad finalizó con un cóctel y con un llamado de la actriz Leonor Varela a participar por la marcha por la igualdad legal y los derechos humanos que el Movilh organizará el próximo 25 de junio en Plaza Italia.
A los homenajeados que asistieron a la ceremonia, se suman otros que por diversas razones no pudieron asistir al evento y a los cuales el Movilh entregará su distinción en los próximos días, como es el caso de los senadores Eduardo Frei y Soledad Alvear, de la presidenta del Partido por la Democracia, Carolina Tohá, de la actrices Francisca García Huidobro y Malucha Pinto y del guionista Pablo Illanes, quienes en un mensaje felicitaron la labor de la organización, entre muchos otros que pronto recibirán medallas.
Discursos
El discurso de apertura del evento fue leído por Alberto Roa y el central por el presidente del Movilh.
A continuación reproducimos íntegramente ambos discursos.
Discurso de apertura:
Buenas tardes.
Damos la bienvenida a cada uno y cada una de ustedes.
A las autoridades, senadores, diputados, representantes de organizaciones sociales, artistas, personajes públicos y anónimos que hoy distinguiremos y saludaremos uno a uno a largo de esta jornada por su aporte a la justicia social, a la igualdad y a la no discriminación. Este evento está dedicado con mucho cariño a ustedes.
Bienvenidas también nuestras familias, amigos y amigas de cada activista y/o colaborador del Movilh. A ustedes nuestra gratitud por comprendernos y alentarnos en todo momento en la lucha por construir un país más justo.
Especial agradecimiento para el Centro Arte Alameda por facilitarnos este espacio emblemático de la cultura.
Bienvenidas todas las personas heterosexuales, lesbianas, gays, bisexuales y transexuales amigas de nuestra organización que hoy nos acompañan para conmemorar una fecha muy importante para nosotras y nosotros: los 20 años de trayectoria del Movilh.
En 1991 surgimos como un movimiento promotor de los derechos humanos de la diversidad sexual marcando un hito en la historia por la lucha de la igualdad social y legal para las minorías sexuales.
Teníamos miedo, mucho miedo. El impacto de organizarnos era impredecible, tanto a nivel social como en nuestros entornos más cercanos, incluidas las familias y círculo de amigos, muchos de ellos y ellas también lesbianas, gays, bisexuales o transexuales. A buena parte de nosotros se nos miró con desconfianza o simplemente se nos ridiculizó, pero siempre tuvimos la certeza de que la justicia social nos asistía.
Y es que a comienzos de los 90 las palabras gay, bisexual, transexual u homosexual eran para la mayoría de los chilenos y chilenas impronunciables o exclusivamente sinónimos de pecado, delito, enfermedad, caricatura, inmoralidad. No había en los espacios públicos o mediáticos una voz que dijera lo contrario. La diversidad sexual no era tema de debate y, en las pocas ocasiones que se hablaba sobre ello, quienes explicaban nuestra realidad eran sacerdotes, psiquiátras o psicólogos.
No fue extraño entonces que al surgir en 1991 nos demoráramos dos años más en dar nuestra primera conferencia de prensa, a rostro descubierto y causando un impacto que trascendió las fronteras.
El efecto represivo fue instantáneo. Amenazas de muerte, insultos permanentes en la vía pública e incluso intimidación policial fuera de los medios de comunicación cuando terminábamos de dar nuestras primeras entrevistas fueron cotidianas en esos primeros años.
Pero nos mantuvimos firmes. El camino hacia la liberación y la integración plena sin transar la identidad había iniciado, por primera vez con fuerza sistemática y pública. Animamos a toda la diversidad sexual a salir del armario, a colaborar con la lucha por la igualdad y hoy son cada vez más quienes sin temor dicen “sí, soy gay, lesbiana, bisexual o transexual” .
Tras 20 años de lucha, la homofobia y la transfobia aún persiste y su gravedad es extrema. Pero el rostro del país ha cambiado para mejor en muchas de sus expresiones y las expectativas son buenas, aunque nunca, y como siempre, el camino hacia la igualdad plena será fácil.
Hoy queremos iniciar este evento dejando como anfitriona a Paulette Favres, un representante del transformismo, la expresión de arte que a nivel mundial es clásica y tradicional de los espacios de concurrencia lésbica, gays, bisexual y transexual y que con valentía salió del armario e irrumpió en los espacios públicos y privados mucho antes que el movimiento de la diversidad sexual. Adelante: Paulette Favres.
Discurso central:
Buenas tardes para todas y todos.
En el Movilh estamos muy felices por la asistencia de cada uno de ustedes, a quienes dedicamos nuestro 20 aniversario por todo lo que han hecho para construir un mundo mejor.
Cuando creamos el Movilh en 1991 nuestra primera meta fue la visibilidad. Decir que existíamos, que teníamos voz propia, que queríamos expresarnos, auto-representarnos, y particularmente, demostrar que la realidad de las minorías sexuales eran tan diversa como la heterosexual, por cuanto ni la orientación sexual, ni la identidad de género son por sí solas definitorias de lo que somos como seres humanos, sino que una característica más, sólo una más, de nuestra personalidad.
Casi en paralelo, nuestra segunda meta fue la igualdad legal y social y con el paso del tiempo hemos ido derribando las barreras de la injusticia en los más variados planos, como se ha ido apreciando en la pantalla de fondo.
En 1997 conseguimos que terminaran los allanamientos y hostigamientos policiales a espacios de concurrencia lésbica, gay, bisexual y transexual, como bares y discotecas, a lo que vino la despenalización de las relaciones sexuales entre personas adultas del mismo sexo, así como el primer pronunciamiento oficial del Congreso Nacional sobre nuestros derechos y la aprobación de Ordenanzas Municipales en Santiago, La Serena Chillán y Puerto Montt, además de la implementación de políticas educacionales contra el bullying homofóbico o transfóbico, por mencionar algunos avances.
Con todo, el cambio que más emociona y anima es la percepción social sobre las minorías sexuales. De acuerdo a todas las encuestas y estudios la discriminación a nuestra población viene en lento, pero progresivo descenso desde 1991 a la fecha, y en ello las nuevas generaciones juegan un rol protagónico y esperanzador, pues son más tolerantes y respetuosas de la diversidad sexual que sus antecesoras.
En el mundo partidario y estatal, en tanto, ya dejó ser políticamente correcto negar derechos a las personas en razón de su orientación sexual o identidad de género, lo que ha dotado de una mayor, aunque aún no óptima altura de miras al debate.
Estos cambios, sin embargo, implican dos importantes desafíos, uno en el plano social y otro en el cultural.
En primer lugar, lesbianas, gays, bisexuales y transexuales siguen siendo hostigados en sus casas, trabajo o estudios, son insultados y humillados por desconocidos en la vía pública y, en el más cruel e inhumano de los casos, son asesinados por ser diferentes, siendo la población transexual la más afectada por los homicidios.
La sociedad ha cambiado para mejor, es cierto. Pero hay una disonancia entre el discurso y la práctica real. Ejemplo concreto: hoy la mayoría no tiene inconvenientes en que profesores homosexuales o transexuales hagan clases, pero la mayoría también tiene reparos en que sean sus propios hijos los que reciban educación de lesbianas, gays, bisexuales o transexuales.
Y si el desafío en el plano sociocultural apunta a internalizar de forma efectiva el principio de no discriminación, a nivel estatal la tarea pendiente es ponerse a la altura de los cambios socioculturales experimentados por el país en los últimos 20 años, escuchando y atendiendo las propuestas y demandas en materia de derechos humanos y trabajando efectivamente porque estas se hagan realidad.
Es decir el discurso políticamente correcto del Estado y de sus autoridades ya vivió su etapa y es inservible en la actualidad si de respeto y garantías reales de igualdad se trata, sobre todo en el campo legal y de políticas públicas.
Hoy estamos viviendo momentos de gran importancia y trascendencia para los derechos humanos, lo que felizmente ha coincidido con nuestro 20 aniversario. El respaldo y apoyo de cada una de las personas e instituciones aquí reconocidas ha hecho posible acelerar la discusión y afianzar de manera más efectiva los compromisos sobre las uniones de hecho y/o del matrimonio igualitario, mientras que ayer la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia del Senado dio luz verde para el Proyecto de Ley que Establece Medidas contra la Discriminación.
Sin embargo, aunque el camino se ve alentador, no es fácil. El proyecto de Ley que Establece Medidas contra la Discriminación ha excluido al género como categoría protegida, lo que en la práctica significa dejar fuera al sector más vulnerable de la diversidad sexual, la población transexual. Confiamos y pedimos, en ese sentido, que cada uno de los parlamentarios aquí presentes colaboren con indicaciones para reponer el género, de manera que lo aprobado finalmente sea la iniciativa que comenzamos a soñar con el Gobierno de Ricardo Lagos.
En torno a leyes para la igualdad legal de todas las parejas hay fuerzas opositoras, oscuras, que obstaculizan todo tipo de avance y están dispuestas a mover toda su maquinaria para conseguir sus objetivos e impedir así que el presidente Sebastián Piñera cumpla sus promesas.
Ayer la UDI dio una muestra más de su profunda intolerancia. 35 de sus 39 diputados han formado una alianza contra las uniones civiles, cuyo único objetivo es imponer autoritariamente sus creencias y principios a toda la población. Esto no lo podemos permitir. Sabemos muy bien que el objetivo de la UDI es sacar al Ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter de su cargo, o al menos boicotear que avancen las uniones civiles. Tanto odio y desprecio a la diferencia y diversidad sociocultural es intolerable y no nos quedaremos de brazos cruzados. Nos movilizaremos contra la UDI.
Hoy, queridos amigos y amigas, el desafío de cada chileno y chilena es comprender de una vez que los derechos humanos, como la igualdad legal, se respetan o no se respetan. No hay medias tintas sobre ello y, entonces, es lógico concluir que en la actualidad los derechos de la diversidad sexual no se respetan y que entonces debemos hacer algo.
Porque acá no estamos hablando de ideologías o valores y creencias religiosas, las cuales tienen el legítimo derecho a expresarse. Hablamos justamente del respeto a la diversidad de formas de vida existentes en nuestro país y de tratarlas a todas ellas en igualdad de condiciones.
Nadie merece nacer y crecer en medio de culpas o temores por ser distinto. Nadie merece desigualdad social y legal por amar o desear a personas de su mismo sexo o por tener una identidad de género distinta a la mayoritaria. Y es que como ha dicho una de nuestras consignas, es hora de hacer honor a nuestra propia Constitución: ¡Sí todos nacemos iguales ante la ley, es ya tiempo entonces de erradicar toda forma de discriminación!
Muchas gracias a todas y todos. Agradecemos profundamente que compartan este momento junto a nosotros.
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