El Movimiento de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (LGBT) hizo historia al llegar por primera vez con sus propuestas a la capital continental más austral del mundo, Punta Arenas, marcando un hito en la defensa de los derechos humanos y a favor de la diversidad social.
La visita del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) fue respaldada desde sus inicios por la Agrupación Solidaria de Orientadoras Legales (Asol), una instancia de mujeres presidida por María Isabel Vergara (en la fotografia) que combate la violencia intrafamiliar a través de un trabajo ampliamente reconocido en Punta Arenas.
La llegada del Movilh, enmarcada en la cruzada nacional por una Ordenanza Municipal contra la Discriminación, amplió significativamente la visibilidad de la población LGBT en la zona, alcanzando impacto durante cuatro días seguidos en todos los medios de comunicación y obteniendo inéditos apoyos de representantes de diversas corrientes políticas e ideológicas.
Gracias al decidido respaldo de la organización local Asol, firmaron el compromiso a favor de una Ordenanza Municipal contra la Discriminación los candidatos a alcaldes Tamara Avendaño (Juntos Podemos), Vladimiro Mímica (Inp, Derecha) y Juan Morano (DC).
Dieron igualmente su respaldo los aspirantes a concejal José Aguilante (DC), Francisco Alarcón (PC), Claudia Barrientos (PPD), Emilio Boccazzi (PPD), Antonio Bradasic (PS), Baldovino Gómez (PS), Margatita Novakovic (Ind) Mario Pascual (PS) y Ernesto Santic (PPD).
“Estamos gratamente sorprendidos y felices por la amplia aceptación que tuvo la propuesta de Ordenanza en Punta Arenas, no sólo en el mundo político, sino también en la ciudadanía no organizada que valoró con especial énfasis nuestra histórica visita”, sostuvo el presidente del Movilh, Rolando Jiménez.
Y es que al extremo norte del país (Arica, a 2062 kilómetros de Santiago), ya había tenido presencia del movimiento LGBT, mientras que al sur el límite era Puerto Montt, ubicado a 1016 kilómetros al sur de Santiago.
“Ahora llegamos a Punta Arenas, ubicada a 3090 kilómetros de Santiago. Estamos felices, pues con ello ahora podemos decir que desde nuestra fundación en 1991 a la fecha el Movilh ha llegado con su mensaje antidiscriminatorio a todo el país”, añadió el activista Juan Hernández.
El dirigente apuntó que “en el discurso público de Punta Arenas los derechos sobre las minorías sexuales son escasamente debatidos y el principal nivel de discriminación se visibiliza en la carencia de denuncias sobre homofobia o transfobia por el temor a ser identificado como gay, lesbiana, bisexual o transexual”.
Al mismo tiempo, empero, “nos dimos cuenta de que hay voluntad de las autoridades y de los medios para abordar este temática y que también hay espacios de diversión LGTB, pues a orillas del Estrecho de Magallanes se encuentra una discoteca gay, cuyo propietario es un matrimonio heterosexual,donde pudimos charlar con la población LGTB de la zona”.
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La Prensa Austral I (interior)