La iniciativa de la Bancada de Diputados del PS cuenta con el respaldo de la Fundación An Nou Palé y del Movilh y sancionará con hasta tres años de cárcel a quienes inciten a la violencia.
Con el respaldo de la agrupación de inmigrantes Fundación An Nou Palé y del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), la Bancada de Diputados del PS presentó ayer un proyecto de ley que prohíbe y sanciona la incitación al odio, tras el paso por Chile de un bus contrario a los derechos humanos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGBTI)
La iniciativa patrocinada por los/as diputados/as Maya Fernández, Daniel Melo Leonardo Soto, sanciona con el “presidio menor en su grado medio” a quien “públicamente incitare al odio o al empleo de violencia contra personas” por su raza o etnia, la nacionalidad, la situación socioeconómica, el sexo, la orientación sexual, la identidad de género, el estado civil, la edad, la filiación, la apariencia personal y la enfermedad o discapacidad, entre otros.
Soto dijo que el proyecto “permitirá que la autoridad pueda querellarse contra estos grupos que producen contaminación del debate público y fomentan la violencia, de manera de proteger el clima de tolerancia, respeto y convivencia que Chile siempre ha tenido».
En tanto, para Melo «todo hecho que incite al odio en nuestro país debe ser tipificado y desterrado», ya que «este tipo de fenómenos no debe acompañar a una sociedad inclusiva, de respeto, y, por tanto, queremos hacernos cargos de esta problemática».
El vocero del Movilh, Óscar Rementería, explicó que “este proyecto de ley es muy relevante, pues la incitación al odio hoy goza de total impunidad en Chile, pese a que es caldo de cultivo para situaciones que pueden poner en riesgo la vida de las personas”.
Añadió que “así por ejemplo ocurrió con el paso del Bus del Odio. Sus representantes y seguidores asociaron en todo momento a las personas LGBTI con delitos y abusos como la pedofilia, y en este mismo contexto, algunos de nuestros activistas han recibido amenazas de muerte de supuestos neonazis. Ese es el clima que genera la incitación al odio”.
Rementería puntualizó que “con el proyecto ley contra la incitación al odio presentado, que hoy será ingresado al Parlamento para su tramitación, el país comienza a hacerse cargo de los discursos discriminatorios, un asunto que le Ley Zamudio no contempla, pues sólo hace referencia a conductas excluyentes”.
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