El Movimiento Isacar, que aglutina a un grupo de profesionales evangélicos, celebró hoy un seminario denominado “Ley antidiscriminación y minorías sexuales”, en respuesta y rechazo a la lucha del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) porque la mencionada norma beneficie a todos los sectores sociales excluidos, incluidos gays, lesbianas, bisexuales y transexuales.
Desarrollado en el emblemático Internado Nacional Barros Arana (Inba), el cónclave tuvo lugar porque “la tramitación del proyecto contra la discriminación no ha estado exenta de conflictos entre las comunidades evangélicas y el Movilh, ya que es precisamente este grupo el que ha encabezado el lobby con los parlamentarios en pro de conseguir la aprobación de dicha ley”, detallaron sus organizadores.
Añadieron que “las razones del conflicto radican en que el articulado 3 del proyecto ale sancionar todo tipo de discriminación, incluida la basada en la orientación sexual y el género “desataría una fuerte persecución religiosa, pues las sagradas escrituras condenan abiertamente las prácticas de carácter homosexual”.
Con esa lógica de dio paso a una de las acciones más concertadas de una parte del mundo evangélico chileno para enfrentar de derechos humanos del Movilh, luego de que este organismo rompiera relaciones con la Mesa Ampliada de Entidades Evangélicas, a raíz de sus presiones para que la ley contra la discriminación excluya a las minorías sexuales.
El cónclave tuvo como panelistas al abogado evangélico, Raúl Romero, quien calificó a la norma de innecesaria, pues a su juicio la discriminación ya cuenta con herramientas legales para ser combatida en Chile, y al apóstol Héctor Quiroga, que rechazo la propuesta toda vez que al hacer referencia a la población LGTB, se está dando pie a la “deformación”, la “perversión”, la “injusticia” y la “maldad”.
Desde el panel, la voz disonante estuvo a cargo del Senador Jaime Gazmuri, quien junto con aclarar que esa percepción no es representativa de la totalidad del mundo evangélico, pues en su seno hay opiniones distintas a favor de la integración de las minorías sexuales, enfatizó en que en su labor como legislador no le compete involucrarse en interpretaciones bíblicas respecto a un determinado tema.
“No se pueden pedir que la ley resuelva este pleito. Eso no es razonable. Si alguien considera que la homosexualidad es pecado, está bien. Pero los pecados no tienen relación con la ley”, sostuvo el senador al avalar el proyecto de ley contra la discriminación.
En el público estuvieron presentes activistas del Movilh, quienes recordaron que “esta ley beneficia también a las minorías religiosas. Los llamamos a recordar que todos somos seres humanos y que merecemos igualdad ante la ley y el mismo trato”.
Ante las continuas referencias a citas del Movilh en la presentación de los panelistas evangélicos, el organismo sostuvo además que “sin entrar en detalles respecto a la descontextualización que aquí se ha hecho de todos nuestros dichos, nos detenemos en aclarar que el proyecto contra la discriminación, no es una ley homosexual, como aquí se ha planteado, sino que impulsada por diversos actores sociales, como los inmigrantes, la comunidad judía, las personas con discapacidad, las mujeres, los niños, los jóvenes y lo adultos mayores, entre otros.”
“Sólo algunos sectores evangélicos han visto a esta ley como una ´norma homosexual´, que aunque así fuera, ello nada de negativo tiene, sino que sería una señal de compromiso integral con los derechos humanos”, puntualizó el organismo que viene luchando por la ley antidiscriminatoria desde hace una década.
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