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Ratzinger “bendice” a defensora de pena de muerte para homosexuales

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Mientras variados gobiernos han condenado a Uganda por un polémico proyecto que castiga con la muerte a los homosexuales, Ratzinger ha bendecido a la parlamentaria que lidera quitar la vida por la orientación sexual. Dos días después el Vaticano se lanzó en picada contra el matrimonio igualitario.

En el transcurso de una semana Joseph Ratzinger ha dado desde el Vaticano dos crudas y funestas señales contra la igualdad de derechos para la diversidad sexual, legitimando el odio y el desprecio hacia quienes tienen una orientación sexual diferente a la mayoritaria.

El pasado miércoles Ratzinger, conocido como Benedicto XVI, bendijo en la Basílica de San Pedro a la presidenta del Parlamento de Uganda, Rebecca Kadaga,  férrea defensora de un proyecto de ley que condena con la muerte las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo.

Sin ir más lejos,  y ante la arremetida de variados gobiernos y movimientos de la diversidad sexual de todo el mundo, Kadaga expresó en noviembre anterior su deseo de aprobar el polémico proyecto de ley antes de fin de año como un “regalo de Navidad” para los ugandeses.

La grave situación de la diversidad sexual en Uganda llevó a variados gobiernos; entre esos a Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Francia;  a expresar su  total repudio al  proyecto de ley introducido en febrero anterior para quitar la vida a las personas homosexuales. Más aún variadas agencias de cooperación internacional, amenazaron con quitar todo su apoyo a Uganda si persistían con el proyecto

La reacción, motivada por la movilización de organizaciones de la diversidad sexual en todo el mundo, obligó a Uganda a retirar en noviembre pasado la pena de muerte del proyecto, manteniendo la cadena perpetua, mientras las protestas y campañas internacionales  continúan para que esta iniciativa tampoco sea debatida o aprobada. En medio de ello, la pena de muerte aún podría reincorporarse al proyecto.

En este delicado y grave contexto, Ratzinger no sólo bendijo a Kadaga. Un día más tarde Benedicto XVI  dio a conocer su mensaje para la 46 Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el 1 de enero de 2013.

En el mensaje, cuyo lema es «Bienaventurados los que trabajan para la paz» y que  se espera sea leído en todas las parroquias del mundo, Ratzinger señaló  que el matrimonio entre un hombre y una mujer  debe defenderse «frente a los intentos de equiparlos con formas radicalmente opuestas de unión, que en realidad dañan y contribuyen a su desestabilización».

Reacción del Movilh

A continuación reproducimos declaración pública del Movilh frente a los hechos descritos:

1.- Benedicto XVI, y con él toda la alta jerarquía de la Iglesia Católica, muestran una vez su profunda contradicción moral y ética, pues al mismo tiempo que llama a la paz, promueve el odio hacia las personas gays, lesbianas bisexuales y transexuales,  identificando en forma ofensiva a las uniones entre personas del mismo sexo como peligrosas para los vínculos heterosexuales y las familias y bendiciendo a una defensora de la pena de muerte, en momentos cuando un proyecto de este tipo promovido en Uganda en rechazado en todo el mundo.

2.-Ratzinger, a estas alturas,  ha transformado su liderazgo en anticristiano. Su insensibilidad extrema frente a los derechos humanos de la diversidad sexual, hace que pierda toda posibilidad de ser respetado por organizaciones de minorías sexuales.

3.-  Quien bendice a políticos que proponen la muerte para personas homosexuales, en nada se relaciona con el cristianismo, por ser un cómplice de asesinatos. Esta inhumana bendición, viene a decir al mundo que si  alguien defiende los asesinatos homofóbicos, merece ser bendecido, lo que causa impacto.

4.- Benedicto XVI  vacía así de contenido y de coherencia su llamado a la paz, pues pone en ficticia y odiosa pugna a las personas homosexuales y heterosexuales, como si las primeras fuesen a provocar algún daño en los segundas. El Papa habla, en consecuencia, desde el fundamentalismo, no desde la razón, pues no hay antecedente científico, ni social alguno que demuestre que la relaciones homosexuales o el matrimonio igualitario afecten a la sociedad.

5.- El Vaticano persiste en su cruzada del odio y no encuentra nada mejor que el año que viene sea inaugurado con discursos ofensivos, discriminatorios, homofóbicos  misóginos en las parroquias que tienen distribuidas en el mundo. Benedicto XVI habla así  de discriminación, la promueve  y también la planifica.

6- Lejos de ser el discurso del Papa un mensaje de paz, es una plataforma que contribuye a la desarmonía social y la eternización de la homofobia, siendo sus dichos y sus bendiciones a asesinos   justamente la base argumentativa y conceptual de quienes discriminan a las personas sobre la base de la orientación sexual la identidad de género. Discriminación que se traduce en desigualdad legal, despidos arbitrarios, bullying, ataques físicos y verbales y asesinatos, de los cuales el Papa es cómplice directo.

7.- Es la homofobia, la misoginia, el clasismo, los abusos, los encubrimientos de abusos los que dañan y afectan la paz y las sociedades. Por tanto, Benedicto XVI es un peligro para la paz y la igualdad. No tiene calidad moral para hablar de paz y el efecto que ya están provocando sus acciones en el mundo y en redes sociales, demuestra que sus dichos sólo profundizan e incrementan las divisiones.

8.- El Papa ha llegado a twitter, actualizando su intervención en las tecnologías. Sin embargo, lo que requiere es actualizar su medieval visión de los derechos humanos, que legitima las desigualdades y la separación de ciudadanos y amores de primera y segunda categoría.

9.- Llamamos a los católicos, a pronunciarse con fuerza contra esta nueva arremetida del Papa, que al tener el monopolio simbólico se arroga en forma autoritaria y grosera  la representación de millones de personas en el mundo en torno a temas que justamente las ciudadanos ya no ven a la iglesia como un referente.

10.-  Llamamos, por úlimo,  públicamente a la Conferencia Episcopal de Chile a pronunciarse si comparte o no que Benedicto XVI hubiese bendecido a una defensora  de la pena de muerte para los homosexurales, y argumentar su visión al respecto. Sólo ello permitirá saber hasta dónde la alta jerarquía  local es capaz de defender la odiosidad del Vaticano, así como conocer su verdadera altura moral en torno a los derechos humanos.

Notas relacionadas:

CNN Chile

The Clinic

La Nación

El Mostrador

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