La fiscalía sigue investigando el hecho con el fin de determinar la responsabilidades en el ataque donde participaron unas seis personas, estando a la fecha sólo una de ellas detenida.
En el marco de una diligencia encabezada por el fiscal adjunto de Graneros, Jorge Mena, hoy se realizó en el centro de San Francisco de Mostazal la reconstitución del escena del ataque padecido el pasado 20 de octubre por Wladimir Sepúlveda, quien permanece en riesgo vital en el Hospital de Rancagua.
Bajo estrictas medidas de seguridad de Gendarmería, la reconstitución de escena se basó en la versión del hasta ahora único detenido por la golpiza, Cristopher Morales Flores, quien se encuentra en prisión preventiva por orden de la Corte de Apelaciones de Rancagua, luego de que el juez Carlos Aránguiz, considerara que en el caso ya está configurado el agravante de discriminación por orientación sexual, por lo que a su juicio debería aplicarse la ley Zamudio.
Pese a ello, Morales Flores no sólo ha descartado móvil homofóbico. Ha señalado en un primer momento que actuó en defensa propia, indicando, que sólo dio unos golpes a Wladimir, mientras esta jornada habló de patadas y combos.
Al respecto el fiscal Mena sostuvo que » no se justifica que una persona quede en ese estado, ni por su condición sexual ni por una pelea callejera ni por ningún otro motivo», precisando que si logra establecer una motivación por homofobia «sólo agravaría la pena».
El Movilh, que representa legalmente a la familia de la víctima y que estuvo presente en la diligencia de hoy, sostuvo que “es realmente absurdo y ridículo pretender hacer creer que una persona está en riesgo vital por unos golpes. La gravedad de este ataque no sólo lo demuestra el riesgo vital en que permanece Wladimir, sino el hecho de que ninguno de los otros involucrados en este hecho se ha entregado a la justicia”.
“Esperamos que con la reconstitución de escena el fiscal Mena pueda avanzar a la verdad de lo sucedido y sancione a cada uno de los responsables”, sostuvo el Movilh, tras recordar que todos los amigos de Wladimir y testigos del hecho que no son cercanos a los acusados, han coincidido en señalar que mientras el joven era atacado recibió insultos por su orientación sexual, la cual era públicamente conocida en San Francisco de Mostazal.
Esta jornada, y como ha ocurrido cada día desde el ataque, el Movilh se apersonó en la Hospital de Rancagua para visitar a Wladimir junto a su familia. “Wladimir sigue igual de grave que al comienzo. Toda nuestra fuerza y energía están con él y su familia”, puntualizó el Movilh.
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