Repudian visita de Secretario del Estado Vaticano por su homofobia y transfobia
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El movimiento de minorías sexuales recordó que Tarcisio Bertone siempre ha sacado a la luz la supuesta incompatibilidad entre ser sacerdote y homosexual, cuando se conocen nuevos casos de abusos de curas contra menores de edad. “La Iglesia no tienen moral para referirse a nada vinculado a la sexualidad”, sostuvo el Movilh.
El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) repudió hoy la visita a Chile del secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, por ser “una de las figuras más homofóbicas del mundo que difunde el odio contra la diversidad social en cada lugar donde se encuentre”.
El organismo de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales precisó que “entre las minorías sexuales existe un especial rechazo hacia los discursos y acciones de Bertone, pues en más de una oportunidad él ha llegado al inmoral y cruel extremo de utilizar la orientación sexual de curas como chivo expiatorio de las acusaciones de pedofilia que pesan sobre sacerdotes en el mundo”.
En efecto, Bertone ha sido uno de los gestores de la política vaticana que impide a homosexuales ejercer el sacerdocio, con la excusa de que, según sus propias palabras, “dichas personas se encuentran, efectivamente, en una situación que obstaculiza gravemente una correcta relación con hombres y mujeres. De ningún modo deben ignorarse las consecuencias negativas que se pueden derivar de la Ordenación de personas con tendencias homosexuales profundamente arraigadas”.
Estos dichos de Bertone “son descarados e inhumanos, pues siempre han salido a la luz en momentos cuando se van conociendo más casos de los brutales abusos cometidos por sacerdotes contra niños, niñas y/o menores de edad. Esta es una política perversa que pretende confundir a la opinión pública sobre vínculos inexistentes entre homosexualidad y pedofilia y sobre las responsabilidades ciertas y no asumidas de la Alta Jerarquía Eclesiástica sobre los abusos sexuales contra menores de edad y sobre los respectivos atropellos a las familias de estos”.
El Movilh redondeó que “nos encontramos entonces frente a tres brutales actos del Vaticano que tienen como figura central a Bertone, siendo el deber de toda persona o institución denunciarlos y repudiarlos. La pedofilia de algunos sacerdotes, los intentos por esconder esta atroz realidad y las estrategia para usar como chivo expiatorio a quienes aman a personas de su mismo sexo”.
En un ángulo similar, el Movilh criticó que en sus visitas a variados países Bertone “intente obstaculizar los avances de igualdad de derechos para las minorías sexuales, interviniendo en la autonomía política de Estados que se definen así mismos como laicos. Basta recordar los enfrentamientos que ha tenido con el gobierno español de José Luis Rodríguez Zapatero”.
“Zapatero se ha mostrado muy apresurado e impulsivo, en su afán de propinar una bofetada a la Iglesia (…)Zapatero, sin perder un minuto, ha preferido consumar una promesa electoral muy discutible. Ciertas promesas electorales me parecen peligrosas” había señalado Bertone en abril del 2005.
“En otras palabras, Bertone quiere incluso intervenir de mala manera en las promesas electorales de quienes asumen las presidencias o cargos públicos, lo que desde todo punto de vista refleja una arrogancia inhumana y una intervención ilegítima en las decisiones que adoptan los países. Para nosotros, el Secretario de Estado es, por donde se mire, una persona non grata en Chile”, dijo el Movilh.
El movimiento de la diversidad puntualizó que “Bertone, ni el Vaticano tienen moral para dar lecciones sobre la sexualidad. Antes de ello lo único imprescindible es que se hagan cargo de las aberraciones de algunos de sus sacerdotes y de sus sistemáticos intentos de sustraer del imperio de la justicia a los religiosos delincuentes”.
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