El Movilh calificó de contradictorio con los derechos humanos los resultados del sínodo convocado por el Papa Francisco.
El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) afirmó ayer que el Sínodo de la Familia “ no votó sobre una mayor apertura a la diversidad sexual, sino sobre discriminar más a menos a este grupo humano, lo que resulta lamentable pues refleja una Iglesia estancada en materia de derechos humanos, pese a algunas señales positivas del Papa Francisco”.
En efecto, el primer sínodo sobre familia convocado por el Papa Francisco incluyó en el documento “Relatio Synodi” un punto donde se afirma que “no se pueden establecer analogías ni siquiera remotas entre las uniones homosexuales y el diseño de Dios sobre el matrimonio y la familia (…) Sin embargo, los hombres y mujeres con tendencias homosexuales deben ser acogidos con respeto y delicadeza (…) y se evitará cualquier marca de discriminación”.
Dicho texto fue sometido a escrutinio y aunque no alcanzó los 2/3 para el consenso fue aprobado por 118 votos a favor y 62 en contra.
“Aquí lo votado es que las parejas del mismo sexo se escapan “del diseño de Dios”, al mismo tiempo que se llama a acoger con delicadeza y sin discriminación a gays y lesbianas. Este texto tiene contradicciones tan brutales, como dañinas para la dignidad de quienes tienen orientaciones sexuales diversas”, apuntó el Movilh.
El organismo añadió que la Iglesia mantiene su «arcaica y absurda postura de “acoger” a los homosexuales, mientras vivan en celibato, lo que implica negar y desconocer el derecho básico a conformar familia y, más grave aún, rechazar el amor, cercenarlo sólo en razón de la orientación sexual de las personas”.
Con todo, añadió el Movilh, “un aspecto positivo es que la Iglesia, a petición del Papa, está al menos debatiendo estos temas con mayor transparencia ante el mundo, mientras que Relatio Synodi es un documento de trabajo y análisis de un año para las iglesias locales, de cara el Sínodo del 2015”.
“Es de esperar que en el marco de este trabajo surjan entonces abiertas y claras críticas a las contradicciones morales del Relatio Synodi en materia de derechos humanos. No debemos olvidar que este texto se alejan notoriamente de un primer borrador sobre la materia conocido el pasado 13 de octubre y que era menos discriminador”, puntualizó el Movilh.
En efecto, en el primer borrador conocido públicamente se afirmaba que “las personas homosexuales tienen dones y cualidades para ofrecer a la comunidad cristiana: ¿estamos en grado de recibir a estas personas, garantizándoles un espacio de fraternidad en nuestras comunidades? A menudo desean encontrar una Iglesia que sea casa acogedora para ellos. ¿Nuestras comunidades están en grado de serlo, aceptando y evaluando su orientación sexual, sin comprometer la doctrina católica sobre la familia y el matrimonio?”
Añadía que “la cuestión homosexual nos interpela a una reflexión seria sobre cómo elaborar caminos realísticos de crecimiento afectivo y de madurez humana y evangélica integrando la dimensión sexual: por lo tanto se presenta como un importante desafío educativo. La Iglesia, por otra parte, afirma que las uniones entre personas del mismo sexo no pueden ser equiparadas al matrimonio entre un hombre y una mujer. Tampoco es aceptable que se quieran ejercitar presiones sobre la actitud de los pastores o que organismos internacionales condicionen ayudas financieras a la introducción de normas inspiradas a la ideología gender”.
Puntualizaba que “sin negar las problemáticas morales relacionadas con las uniones homosexuales, se toma en consideración que hay casos en que el apoyo mutuo, hasta el sacrificio, constituye un valioso soporte para la vida de las parejas. Además, la Iglesia tiene atención especial hacia los niños que viven con parejas del mismo sexo, reiterando que en primer lugar se deben poner siempre las exigencias y derechos de los pequeños.