En la ocasión se exigió que la ley de identidad de género convierta al cambio de nombre y sexo legal “en un trámite administrativo y no judicial, pues caso contrario deberemos seguir recurriendo a tribunales, donde la burocracia continuará afectando a las personas transexuales”.
Con el respaldo del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) un grupo de mujeres y hombres transexuales llegó hoy hasta la Corte de Apelaciones de Santiago para presentar siete demandas por el cambio de su nombre y sexo legal, a objeto de hacerlos coincidir con su identidad de género.
En las demandas, patrocinadas por el abogado del Movilh, Alan Spencer, se alegó que las personas transexuales ven día a día vulnerado el derecho humano de ser identificados/as legalmente con el sexo y nombre que los representa, lo cual “se expresa en los más diversos planos”.
“La no coincidencia del sexo y nombre legal con la identidad de género de las personas, no sólo impide ser tratado con dignidad, además obstaculiza el acceso igualitario a derechos como el trabajo, la educación y burocratiza en exceso todo tipo de trámites, con el respectivo y constante daño psicológico”, sostuvo la encargada del Area Trans del Movilh, Paula Dinamarca (en la fotografía)
El vocero del Movilh, Óscar Rementería, explicó que con las demandas presentadas hoy, “no sólo queremos visibilizar estas injusticias. También buscamos que la ley de identidad de género que se discute en el Senado sea cambiada radicalmente, de manera que el nombre y sexo legal puedan ser modificados mediante trámite administrativo en el Registro Civil y no en tribunales”
Explicó que “si este proyecto de ley se aprueba tal como está y no traslada al Registro Civil el trámite, el cambio será nulo pues deberemos hacer lo mismo que hoy; acudir a tribunales donde los jueces actúan con total discrecionalidad y arbitrariedad en este tipo de demandas. Así es como algunos cambian nombre y sexo legal sin problema, otros exigen cirugías para acceder a este derecho”.
Añadió que la situación es “más grave aún cuando algunos jueces llegan al absurdo de permitir el cambio de nombre, pero no de sexo legal, lo que se presta para mofas toda vez que una persona tiene como nombre “Juana”, pero en la misma cédula se dice que su sexo es masculino. Los variables resultados de la masivas demandas presentadas hoy, demostrarán una vez más este drama”.
Dinamarca redondeó que “aún cuando hubiese garantías de que los jueces terminarán con fallos arbitrarios y discrecionales, las personas transexuales deberemos seguir dependiendo de la burocracia y los tiempos de los tribunales para hacer efectivo un derecho que la mayoría del país tiene en forma automática, desde que nace. Esto es intolerable, pues habla de ciudadanos de primera y segunda categoría”.
El Movilh, cuyas acciones jurídicas a favor de personas transexuales son posibles gracias al respaldo de la Unión Europea y de la Embajada de Holanda, ya presentó a variadas autoridades del Gobierno y del Congreso propuestas para que el cambio de nombre y sexo legal deje de ser un trámite judicial.